Review: Primos (2011)

Review: Primos (2011)

Escrito por Pedrinho

Casi todo en esta vida es una cuestión de expectativas. Ese punto de partida con el que afrontamos las situaciones que vamos protagonizando mediatiza, de un modo claro y a veces incluso cruel, la forma en que vamos a vivir y recordar (que a fin de cuentas vivir no es mucho más que recordar lo que hemos hecho) cada uno de nuestros episodios. Es necesario tener muy en cuenta esa premisa al hablar de "Primos", tercera aventura cinematográfica de Daniel Sánchez Arévalo.

Para algunos el cine es un modo de reflexión (esos le criticarán a Sánchez Arévalo esta pausa en su recorrido iniciado por "Azuloscurocasinegro" (2006) y "Gordos" (2009)), para otros una forma de arrojar luz sobre la realidad (esos echarán en falta ese tipo de iluminación en esta película), mientras que para un buen número de ellos (esos que colapsan los cines con cada estreno de "Torrente") la gran pantalla es una puerta a un rato de diversión, risas y desconexión.

Para este último grupo está pensado el guión y el desarrollo de "Primos", una comedia con muchos de los rasgos habituales de lo que ha sido el humor nacional durante décadas (peso de la trama en los diálogos, secuencia lineal, secundarios inolvidables, el sexo como herramienta para buscar la risa fácil, etc).

Un comienzo impactante

Es habitual que en los cursos de escritura creativa los profesores se empeñen en hacer entender a sus alumnos la importancia que tiene para cualquier historia el contar con un comienzo impactante, que sea capaz de enganchar al lector. A fin de cuentas, en un mundo saturado de información, hay que dar al que está al otro lado (sea lector o espectador) un motivo para permanecer ahí, dedicándonos su tiempo y su atención.

Esa idea está muy presente en esta película. El comienzo de "Primos" es, probablemente, uno de los momentos más impactantes y sorprendentes de toda la obra. De hecho (y a esta conclusión llegas un tiempo después de haberla visto), es, sin duda, la única de las secuencias que merece un comentario particular a nivel narrativo.

Quim Gutiérrez dando explicaciones a los que vienen "de parte del novio".

El speech de Quim Gutiérrez, el primer plano, su verborrea nerviosa explicando el motor de la historia, el modo en que nos va mostrando, poco a poco, el escenario y todo el sinsentido de la situación (una boda, una iglesia, sólo la mitad de los bancos ocupados, el novio vestido en el altar a la espera de una novia que no va a aparecer, la mitad de los invitados sin saber la noticia) consiguen dejar huella en el espectador.

Es así como, tras varios momentos de incertidumbre y desconcierto, en los que llegas a preguntarte ¿pero qué demonios es esto?, Daniel Sánchez Arévalo acaba ganándose tu favor. Le concedes una tregua porque ha sido capaz de vencer en ese primer asalto, porque en esos primeros quince minutos de película te ha mostrado no sólo el argumento al completo (novio abandonado que quiere ahogar las penas en un fin de semana en el pueblo en el que veraneaba en su adolescencia junto a los dos personajes de sus primos), si no también lo que van a ser sus puntos fuertes (diálogos enlazados sin solución de continuidad, con momentos realmente graciosos, secundarios dignos de atención), disimulando en cierta medida sus principales carencias (sobreactuación del protagonista, falta de verosimilitud en partes del guión).

En realidad, volvemos a estar ante una cuestión de expectativas, porque Sánchez Arévalo te deja claro tras esa secuencia inicial qué es lo que quiere y puede ofrecerte, y en base a eso espera que le juzgues. Si esperabas reflexión, respuestas y complejidades técnicas, mejor haberte cambiado de sala.

Coordenadas habituales en una historia de humor

La historia en base a la que se asienta "Primos" (2009) resulta muy sencilla. El novio, plantado justo antes de la boda, es incapaz de afrontar la situación y no le dice a nadie lo que sucede, esperando que la novia recapacite y se presente en el día señalado. Evidentemente, eso no sucede y allí están, el novio y todos sus invitados, vestidos de boda en la iglesia sin saber por qué están vacíos todos los bancos reservados a la familia de la novia.

Completamente superado por la realidad, son los primos del protagonista quienes le convencen para tratar de olvidarlo todo en un fin de semana de juerga y alcohol en Comillas, el lugar donde habían veraneado a lo largo de toda su adolescencia. Una vez allí, se reencuentran con personajes de su pasado que les sirven reencontrarse consigo mismos y con lo que son en realidad. Una tarea de redescubrimiento que se interrumpe cuando vuelven a entrar en escena las novias tratando de reestablecer el orden que ellas habían impuesto.

Llega, por tanto, el momento de tomar una decisión, porque en ese fin de semana han sucedido muchas cosas que uno no puede obviar, con lo que esta vez sí tendrán que ser actores protagonistas de sus vidas. Este, planteándolo de un modo claro y lineal, es el argumento de la película, el eje en torno al cual se van desarrollando las diferentes escenas y sobre el que irán avanzando los personajes en una comedia que, como ya hemos mencionado, presenta los rasgos habituales de los productos clásicos del humor patrio.

Los primos regresan a Comillas, el pueblo donde veraneaban cuando eran más jóvenes.

Diálogos que se suceden a un ritmo vertiginoso, soliloquios del protagonista que pueden llegar a rayar en el absurdo, el sexo como fuente de nerviosismo y de situaciones cómicas, lugares comunes (niños lúcidos, putas y borrachos, las verbenas de pueblo, tics y tartamudeos, etc) y el decálogo completo del manual sobre cómo hacer reír al espectador. Todo ello sobre un fondo perfectamente cuidado con hermosos planos de Cantabria, que para algo puso el dinero el gobierno autonómico.

Dos por encima del resto

Podemos estar seguros de que si por algo vamos a recordar "Primos" es por el trabajo realizado por un par de actores que encuentran el modo de realizar una más que destacada interpretación en una película sin pretensiones. Sin querer desmerecer a un Antonio de la Torre que siempre atrapa cuando está en escena, son Raúl Arévalo e Inma Cuesta quienes más brillan a lo largo de todo el largometraje.

El primero, soporta toda la trama secundaria (la relación entre un padre alcohólico y su hija metida a prostituta), siendo responsable de muchos de los momentos más divertidos (genial en su papel de galán sinvergüenza, pero con principios y buen corazón) de la película.

Raúl Arévalo y Adrián Lastra escoltan a Quim Gutiérrez en su peculiar batalla.

Inma Cuesta, por su parte, se mantiene firme como mujer madura y serena en medio de un elenco de personajes con serios desarreglos de personalidad, sin caer en la broma, pero logrando que su sosiego y tranquilidad no desentonen en absoluto frente a las inseguridades del protagonista o la puntillosa inteligencia de su hijo.

Satisfacción de las expectativas

Por todos estos detalles que hemos ido aportando en esta review (claridad en el planteamiento, algunos muy ingeniosos diálogos y los papelones de Inma Cuesta y Raúl Arévalo), no se nos cae la cara de vergüenza al afirmar que nos hemos reído (y bien a gusto en algunas ocasiones) con "Primos".

Evidentemente, nuestras expectativas no eran nada pretenciosas, sino más bien bajas (reír y pasar un buen rato), con lo que en ningún momento nos sentimos estafados o defraudados por Daniel Sánchez Arévalo (puede que ayudara el hecho de que no tuviéramos que pagar la entrada por tener invitaciones para la premiere).

Elegir un sobao nunca fue tan crucial.

Por supuesto, claro que nos gustó mucho más el concepto bajo una película como "Gordos", pero en esta ocasión no se trataba de cuestionar el mundo en el que vivimos, sino de simplemente vivir en él sin más complicaciones.

No creo que "reir y pasar un buen rato" se trate de tener unas "expectativas bajas".

Como tampoco creo que se nos deba caer "la cara de vergüenza al afirmar" lo que nos gusta o no. Ya sabes cómo son estas cosas de las opiniones y los culos...

Me quedo con "en esta ocasión no se trataba de cuestionar el mundo en el que vivimos, sino de simplemente vivir en él sin más complicaciones". Es cierto, a veces no necesitamos más que eso.

"Primos" es sencilla, divertida y desenfadada. Y se nota un gran trabajo de ensayo detrás de la cámara.

Pedro,Larrañaga Álvarez

Agradecido por el comentario y me alegra saber que te has quedado con una frase. De todos modos, no de "expectativas bajas" no tiene connotaciones negativas, sólo es un intento de reflejar una impresión sobre las intenciones de todo el proyecto. La peli es sencilla (eso seguro), divertida (muchas veces, pero no siempre) y desenfada (algo que coincide con lo de las bajas expectativas). En cuanto al trabajo de ensayo detrás de la cámara, ese se ve en algunos casos, pero no siempre, porque acaban pesando mucho las diferencias dentro del reparto.