Review: Blancanieves (2012)

Review: Blancanieves (2012)

Escrito por reyloren

Comentaban en la radio hace unos días que los protagonistas de las películas adolescentes ya no sonríen, que incluso en los finales felices se esfuerzan por dotar de solemnidad sus interpretaciones. Quizás por eso la alegría y la fantasía de "Blancanieves" ("Mirror, mirror", Tarsem Singh, 2012) es un pequeño regalo muy agradecido en un tiempo en el que todo, incluso los cuentos infantiles, se ha tornado en asunto serio. 

Este 2012 es, sin duda, el año de Blancanieves. Dos adaptaciones del popular cuento de los hermanos Grimm ya han visto la luz, mientras una tercera se encuentra en fase de preproducción. Además, la cadena ABC norteamericana ha estrenado con éxito la primera temporada de una serie, "Érase una vez", que transforma los cuentos de hadas en un misterioso thriller, y donde el personaje de Blancanieves resulta clave para la trama.  

"Mirror, mirror", que es como llamaré a la película a partir de ahora para no abusar del nombre del personaje, ha sido la primera de las adaptaciones cinematográficas en estrenarse en la pantalla grande. Pero lo que es más relevante, se trata de la única versión que trata el relato infantil como lo que es, un cuento de hadas.  

photo_1112.jpegCara a cara: la Bruja Malvada y Blancanieves

El filme de Tarsem Singh no intenta emular la épica de "Robin Hood" o "El señor de los anillos", el romance trágico de "Romeo y Julieta" o el enigma de "Perdidos". Simplemente busca modernizar la historia de Blancanieves que todos conocemos sin prescindir de su espíritu mágico, de ese tono de película para toda la familia que cualquier cuento de hadas indudablemente tiene.  

En otras palabras, no utiliza un personaje del acervo cultural como gancho para despertar el interés de una aventura que bien podría haber protagonizado cualquier desconocido, sino que narra la historia que el espectador corriente esperaría de Blancanieves, donde la Bruja Malvada es la villana, el Príncipe es Encantador y los siete enanitos son precisamente eso, enanos.  

Érase una vez...  

Para aquellos que no recuerden bien el cuento, "Mirror, mirror" cuenta la historia de Blancanieves, una joven princesa que vive recluida en su castillo desde que su padre murió y su madrastra, la Bruja Malvada, se hizo cargo de ella. La reina la desprecia, en parte por su belleza, que parece competir con la de la monarca. Es en este punto del cuento donde el argumento del filme difiere del relato que popularizó el clásico de Walt Disney.  

Un buen día, Blancanieves escapa del castillo y descubre la penosa situación en la que viven los habitantes del reino, sin recursos y asfixiados por los cada vez mayores impuestos. La culpa la tiene la gestión de la reina, que, por si fuera poco, se encuentra en bancarrota, por lo que debe encontrar rápidamente un esposo que la salve de la ruina. Es por eso que la monarca pone sus ojos en el Príncipe Encantador, aquí conocido como Príncipe Alcott, pero, cosas del destino, éste está interesado en su bella hijastra...  

Lo que sigue a continuación es una serie de encuentros, desencuentros y desafíos, hilados alrededor de dos tramas principales: el romance entre Blancanieves y el príncipe, y los intentos de la madrastra por lograr sus objetivos.

photo_3945.jpegBlancanieves en el arte del manejo de la espada, conviertiéndose en una gran guerrera

Romance y comedia

El primer tema se desarrolla al estilo clásico: amor a primera vista. Eso sí, Tarsem Singh le añade un toque de modernidad con enfrentamientos y malentendidos entre los dos enamorados, porque, hoy en día, a nadie le interesa una historia romántica sin obstáculos en su camino.  

El segundo, el centrado en la Bruja Malvada, es el asunto que a priori más potencial tenía pero que finalmente se salda con un resultado regular. Esto es, la versión ligeramente cómica de la Bruja Malvada que interpretaba Julia Roberts se había promocionado como el elemento estrella de "Mirror, mirror", cuando, en realidad, tampoco es para tanto. Sí que divierte y despierta simpatía, pero sus comentarios acaban resultando repetitivos y su gracia termina por desvanecerse. 

photo_9679.jpegLos siete enanitos ladronzuelos

Así las cosas, el mayor aliciente para ver "Mirror, mirror" no es la actuación de Julia Roberts, sino la ambientación del cuento.  

En este sentido, admito que el diseño de vestuario, aunque llamativo, borda la ridiculez -el gorro cisne es el colmo de los colmos-, pero los paisajes nevados en los que se desarrolla la acción poseen el encanto suficiente como para que el espectador deje volar su imaginación y vuelva a creer en la magia.  

Asimismo, el número musical que cierra la película, no tan sorprendente como inevitable tratándose del filme de un director indio curtido en Bollywood, pone el mejor broche a la fantasía que ha reinado en toda la historia, al tiempo que recupera un final feliz en una época en la que, como comentaba al principio, el mundo parece haber olvidado qué es sonreír.  

photo_1230.jpegJulia Roberts es la caprichosa reina, la Bruja Malvada del cuento

Estrellas y ausencias

Volviendo a los actores, Julia Roberts exprime su vis cómica, pero el guión no le ayuda y hacia al final deja de resultar divertida. Curiosamente, Blancanieves también le arrebata el protagonismo a la Bruja Malvada en la vida real, y la joven Lily Collins suscita más simpatía que su antagonista.  

En cuanto al príncipe, Armie Hammer demuestra que, al igual que con el drama, se desenvuelve como pez en el agua en el género cómico. Fallan, no obstante, sus escenas con Blancanieves, puesto que la pareja carece de química y su romance resulta poco creíble.  

En esta versión del cuento, los enanos son los grandes beneficiados. Pasan de ser simpáticos trabajadores a formar un peligroso grupo de bandoleros, así como a sustituir los cariñosos apodos que les caracterizan -Dormilón, Gruñón, Risitas...- por manías menos entrañables como la obsesión sexual o la lucha. Es decir, que de adorables enanitos, nada de nada.

photo_7811.jpegEl Príncipe y Blancanieves

El personaje que quizás más se echa de menos es el cazador, aquí sustituido por el fiel servidor de la reina, en un claro intento de resaltar la faceta cómica de "Mirror, mirror" al prescindir de la acción y drama que podría desencadenar el verdugo de Blancanieves.  

En líneas generales, todos los elementos del filme de Tarsem Singh contribuyen a recrear ese mundo mágico de estética exagerada donde los personajes nobles triunfan sobre los seres más malvados después de grandes y peligrosas aventuras. En otras palabras, "Mirror, mirror" es un entretenido cuento de hadas en pleno siglo XXI, necesario para olvidar durante dos horas los malos tiempos que corren.