Inofensiva. Esa es la primera palabra que me viene a la mente después de ver 'Misión Imposible: Protocolo Fantasma' ('Mission: Impossible. Ghost Protocol', Brad Bird, 2012). Inofensiva y apta para todos los públicos. Porque la última entrega de la exagerada y frenética saga de espías no pretende dejarnos con la boca abierta a base de efectos especiales ni afianzar a Tom Cruise en su estatus de megaestrella, como intentaban las dos anteriores. Tampoco persigue contar un gran drama entre secuencia y secuencia de acción o darle una vuelta de tuerca a la franquicia que tiene su origen en una serie de televisión de los años 60. No, el filme que dirige Brad Bird únicamente busca entretener, divertir y que el espectador sienta que el dinero y/o el tiempo invertido en la película no ha sido en absoluto malgastado. Así de sencillo y así, también, de inofensivo.
Lo cierto es que uno advierte enseguida la firma de Brad Bird en la cuarta 'Misión Imposible'. El realizador llegó a la saga procedente de Pixar, donde había dirigido esas joyas del cine de animación que son 'Ratatouille' y 'Los increíbles'. Fue precisamente este último título, que cuenta cómo una familia de superhéroes retirados debe enfundarse el traje de nuevo para luchar contra los malos, el que colocó el nombre de Bird entre los candidatos a retomar la franquicia iniciada por Brian de Palma en 1996.
Así, Bird impregna el filme de cariz de película de aventuras para toda la familia que le sienta como anillo al dedo, porque ni suscita grandes expectativas en cuanto a forma y profundidad que más tarde puedan acabar diluyéndose, ni se centra en un tipo de público concreto. 'Misión Imposible. Protocolo Fantasma', como la mayoría de las cintas animadas de Pixar, gusta a todos por igual.
Los agentes: Paula Patton, Simon Pegg, Tom Cruise y Jeremy Renner
Resulta amena, divertida, mantiene un ritmo ágil a lo largo de todo el metraje y deja al espectador con ganas de más. Carece de vanidad y explota al máximo las constantes de la saga. Es cine de acción y aventuras cien por cien, en ningún momento aburre y distribuye adrenalina y humor de manera magistral.
Por si eso fuera poco, 'Misión Imposible: Protocolo Fantasma' no depende de sus antecesoras en la saga, por lo que cualquiera puede disfrutar del filme sin tener que haber visto los otros títulos, algunos de los cuales, por cierto, distan mucho en calidad de este último.
Ethan Hunt y su compañera en plena persecución.
Acción, humor y ritmo
La trama de 'Misión Imposible: Protocolo Fantasma' arranca con el protagonista de la saga, el agente Ethan Hunt (Tom Cruise), encerrado en una cárcel rusa. Por qué o desde cuándo permanece en ella es una incógnita. La cuestión es que Hunt logra salir de prisión, gracias a los dos compañeros que han ideado un ingenioso plan para sacarle. Pero, una vez libre, apenas tiene tiempo para respirar ya que una nueva misión le espera.
En esa primera secuencia en la cárcel rusa ya se percibe cuál será la tónica del filme. Acción aderezada con mucho humor, protagonismo repartido entre todos los personajes, mucho gadget tecnológico y simpática autoparodia –ese mensaje secreto que no termina por autodestruirse…-.
Tom Cruise escala el Burj Dubai en la escena más promocionada del filme
A partir de ahí, el argumento encadena misión tras misión, a cada cual más difícil y todas con complicaciones imprevistas para mantener la intriga. Cada una de estas secuencias explota los elementos básicos del cine de espías: localizaciones exóticas -Moscú, Dubái, La India-, tareas individualizadas para cada miembro del grupo, increíbles inventos... Y todas ellas logran mantener al espectador pegado a la pantalla de principio a fin.
Uno de los mayores logros de Brad Bird en la realización del filme es su manejo del ritmo. Los combates, las persecuciones, los gags, los momentos de confesión... todo llega en el momento preciso y contribuye a que las dos horas y pico que dura la cinta pasen rapidísimas.
Únicamente se le puede achacar cierto exceso de sentimentalismo y buen rollo en la escena final, lo que empaña el buen resultado conseguido hasta entonces. Sin embargo, el último mensaje que cierra la película, con clara referencia a la serie de televisión que fue el origen de todo, ofrece el broche perfecto al filme, dejando al espectador, como comentaba al principio, con ganas de más.
Tom Cruise no está solo
Para muchos, 'Misión Imposible' es prácticamente sinónimo de Tom Cruise. El popular actor se convirtió en megaestrella gracias, en parte, a las dos primeras entregas de la saga, mientras que las siguientes lograron salir adelante básicamente porque Cruise estaba en ellas. Llegados a este punto, el protagonismo del intérprete y su personaje, el agente Ethan Hunt, resulta inevitable.
Sin embargo, algo que consigue el guión de Josh Appelbaum y André Nemec (serie 'Alias') es situar a los compañeros de equipo de Hunt prácticamente a su mismo nivel. Tanto es así que me atrevería a decir que un próximo capítulo de la saga buscará reunirlos de nuevo, si no a todos, sí a la mayoría.
Ethan Hunt y su equipo, listos para una nueva misión
De hecho, el personaje de William Brandt, al que da vida el nuevo hombre de acción del momento, Jeremy Renner, fue diseñado precisamente para sustituir al líder Ethan Hunt en caso de que Tom Cruise decidiera apartarse de la saga. Sus habilidades, su elegancia y la presencia de conflictos sentimentales conforman el héroe perfecto para próximas entregas.
Mientras, Simon Pegg, quien repite en la saga tras la tercera 'Misión Imposible', borda el papel de cerebrito tecnológico del grupo y, como suele ser habitual en estos casos, también ‘payaso’. Y Paula Patton, la chica guapa de turno, hace de su personaje algo más que una cara bonita. La entrañable reunión final parece confirmar que, en efecto, el equipo se reunirá de nuevo.
Por otra parte, resulta curioso el escaso protagonismo de que goza el villano. Michael Nyqvist, actor sueco que ha encarnado a Mikael Blomkvist en la versión patria de 'Millenium', le da vida, y en ningún momento transmite el carisma o el terror propio de los grandes malos de cine. Aunque bien es cierto que su plan de arrasar el mundo infunde suficiente pavor por sí solo.
Paula Patton y Tom Cruise, en típica misión a lo James Bond
Nada nuevo
En realidad, el guión de Appelbaum y Nemec no aporta nada nuevo a la saga, salvo unos personajes secundarios mejor dibujados y con más posibilidades de tomar el timón tras la marcha de Tom Cruise quien, no lo olvidemos, roza la cincuentena.
Aun así, ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasmas’ es espectáculo del bueno, del que no se molesta en innovar cuando puede aprovechar al máximo los recursos clásicos del cine de espías, y en cierta medida también del protagonizado por Tom Cruise, y construir con ellos un relato agradable, ameno y cargado de adrenalina.