Amor y letras (2012)

Amor y letras (2012)

Escrito por reyloren

Jesse tiene 35 años y vive en esa complicada frontera entre la ingenuidad de la juventud y la responsabilidad de la edad madura. En decir, se siente joven pero también mayor. Y, al mismo tiempo, no encaja del todo ni con unos ni con otros. Para complicar aún más su paso por esa difícil etapa de transición, Jesse se rodea de su antiguo profesor de Universidad, que acaba de jubilarse; así como de varios y extravagantes estudiantes, entre los que se incluye Zibby, la chica por la que se siente atraído. Es en esas relaciones entre diferentes edades donde Jesse encontrará su lugar y su momento en el mundo.

En otras palabras, ‘Amor y letras’ (Liberal arts, 2012), el segundo largometraje como guionista y director del también actor Josh Radnor, habla sobre la crisis que todos hemos experimentado alguna vez: hacerse mayor. Y lo hace sirviéndose del romance y, sobre todo, de una serie de personajes atípicos que a pesar de su brevedad en la vida de Jesse juegan un papel fundamental en su toma de decisiones. Para treintañeros como el protagonista de esta historia y como yo misma, que cada vez se sienten más desubicados en fiestas nocturnas, el filme supone una opción recomendable, amena y de las que continúan en tu cabeza más allá de la palabra ‘fin’.

photo_8733.jpegElizabeth Olsen y Josh Radnor, la pareja protagonista

Romance

‘Amor y letras’ podría calificarse de comedia romántica coral, pero en realidad el romance no es su tema principal, como acabo de mencionar. De hecho, la relación que mantienen Jesse y Zibby (Josh Radnor y Elizabeth Olsen) se enfoca desde el punto de vista de él, el treintañero que duda entre dejarse llevar por sus sentimientos e iniciar una historia romántica con una mujer 16 años más joven que él o resistirse a la tentación y volver a su rutina en la caótica Nueva York.

Esa diferencia de edad entre Jesse y Zibby se destaca de manera brillante en dos hilarantes escenas: el cálculo que realiza él sobre las distintas edades que han tenido y tendrán cada uno a lo largo del tiempo; y la discusión sobre un libro de vampiros que es una obvia referencia a la saga ‘Crepúsculo’ de Stephenie Meyer.

La inclusión de esas novelas en una película cuyo protagonista es un apasionado de la letra impresa me parece acertada, sobre todo por el guiño de humor que aporta a la trama. Y aprovecho para posicionarme e intervenir en la discusión que mantiene la pareja. Así, estoy de acuerdo con Zibby en que un libro no tiene por qué ser una obra de arte para disfrutarlo, de igual modo que una película no tiene por qué ser brillante para pasar un buen rato. Es más, para poder admirar la calidad de un trabajo artístico resulta necesario conocer primero otros trabajos que carezcan de esa calidad. Por lo que, al igual que manifiesta Zibby en el filme, opino que Jesse es un esnob. Hecho el inciso, sigamos con ‘Amor y letras’.

photo_3813.jpegUn romance en ciernes

Vidas cruzadas

Comentaba que la cinta de Josh Radnor no es una película romántica pura, aunque seguro que hay quien ve mucho romanticismo en la gesta que emprende Jesse por encontrar su lugar en el mundo. Pero, a lo que iba, el romance no es la piedra angular del argumento. Sí lo es la interacción del protagonista con los distintos personajes que se cruzan en su camino.

El profesor a punto de jubilarse que parece arrepentirse de su decisión (Richard Jenkins), la profesora de literatura que ha perdido la ilusión (Allison Janney), el joven estudiante con problemas mentales que se siente muy solo (John Magaro), el extravagante chico del gorro que siempre encuentra la frase oportuna (Zac Efron), la librera que le pone ojitos a Jesse (Elizabeth Reaser)… Todos ellos son personajes interesantes, fundamentales en la trama y por otra parte bien interpretados.

En ese sentido, destacan sobre el resto Richard Jenkins y la ternura que inspira Allison Janney con su presencia arrolladora. A mí, personalmente, también me ha sorprendido Zac Efron porque no esperaba que este actor lanzado a la fama con ‘High School Musical’ pudiera despertarme tanta simpatía.

photo_3287.jpegRichard Jenkins y Josh Radnor, mentor y alumno

Mucho que abarcar

Sin embargo, y ahora es cuando llega el momento de hablar de las debilidades de la película como es habitual en estas críticas, a las tramas secundarias que protagonizan esos personajes les falta profundidad en unos casos (la profesora, la bibliotecaria) y un mejor encaje dentro del hilo argumental general en otros (el mentor jubilado).

Dicho de otro modo, ‘Amor y letras’ quiere abarcar tantas situaciones distintas que pasa de puntillas por muchas de ellas. A pesar de ello, el mensaje que quiere hacer llegar Radnor es claro.

Por otra parte, el desarrollo del argumento es previsible y estoy segura de que muchos espectadores intuirán el final de la película, como me ocurrió a mí, en cuanto vean a Jesse entrar en la librería neoyorquina por primera vez.

photo_8208.jpegUn romance complicado

Prometedores

En cuanto a la pareja protagonista, Josh Radnor repite su papel de héroe romántico en la serie que le ha dado a conocer en medio mundo, ‘Cómoconocí a vuestra madre’, aunque rebaja la faceta cómica y acentúa el lado pedante (el ávido lector de libros que no entiende por qué una persona inteligente disfruta con una historia de vampiros).  Mientras, Elizabeth Olsen, descubierta el año pasado con la perturbadora ‘Martha Marcy May Marlene’ (2012, Sean Durkin), vuelve a demostrar su valía como intérprete y por qué está considerada una de las actrices jóvenes más prometedoras del momento.

Visto y analizado el resultado del segundo proyecto de Josh Radnor como director después de la también acertada ‘Happythankyoumoreplease’, podemos seguir confiando en este realizador y esperar con ganas su tercer trabajo. Quién sabe, quizás se trate de su consagración.

photo_8507.jpegJosh Radnor es Jesse en 'Amor y letras'. La crisis de los "treintaytantos" rodeada de literatura.