Monuments Men: ¿hacia dónde quiere ir George Clooney?

Monuments Men: ¿hacia dónde quiere ir George Clooney?

Escrito por pedrinho

Si repasamos la cartelera actual, hay un título que sobresale por encima de todos los demás. Ese no es otro que “Monuments Men” (id, 2013), la última creación de George Clooney, en la que el famoso actor se implica a todos los niveles (director, guionista y protagonista) para intentar levantar la que debería ser su obra cumbre hasta el momento. Para alguien con aspiraciones como Clooney, que ha sabido combinar su registro de galán romántico con otro tipo de inquietudes personales, dando cabida en su filmografía personal a películas tan distantes como “Un día inolvidable” (One Fine Day, Michael Hoffman, 1996) o “Syriana” (id, Stephen Gaghan, 2005), esta parecía la gran ocasión, el momento de decir en alto 'este soy yo, y no ese que anuncia Nespresso'. 

615be765d919602c7efd38c077523c4aGeorge Clooney detrás de la cámara

Sin embargo, y por mucho que la taquilla se empeñe en decir que es el número 1 de la temporada, al dejar atrás “Monuments Men”, la sensación que te queda es la de que, al igual que sucede con todas esas obras de arte robadas durante el holocausto nazi, no se sabe realmente qué ha pasado con George Clooney. ¿Cuál era su objetivo? ¿qué es lo que nos quería contar realmente? ¿aporta su película algo distinto, algo que haga que merezca la pena, más allá de lo que ya decía la novela en la que se basa? Es más, ¿es este el camino que George Clooney entiende que le llevará hacia su objetivo?

Los precedentes del George Clooney director

No vamos a detenernos ahora a repasar la carrera de George Clooney como actor. Hacer un recuento de sus cerca de 30 años delante de las cámaras es un ejercicio casi agotador, en el que se mezclan, sin solución de continuidad, obras destinadas a un consumo rápido con otras más ambiciosas desde un punto de vista creativo. No hay duda de que George Clooney es alguien versátil, uno de esos actores que entienden su profesión como una negociación entre los papeles 'profesionales' (esos que reportan ceros en la cuenta corriente) y otros 'arriesgados' (esos otros en los que buscar el reconocimiento dentro de su profesión). 

e4802eccf0ff553c5ec00410e260886fUna obra merecidamente reconocida

Esos saltos no son tan pronunciados en su trayectoria como director. Está claro que el número de proyectos ha sido mucho menos (cinco hasta el momento, incluyendo “Monuments Men”), pero no deja de ser relevante que sólo en uno de ellos, en “Ella es el partido” (Leatherheads, 2008), muestra abiertamente los trazos de lo que debe ser una cinta accesible. En el resto de esas películas, desde la primera “Confesiones de una mente peligrosa” (2002), con guión de todo un Charlie Kaufman, hasta la brillante “Los idus de marzo” (2011), pasando por la ya ampliamente reconocida “Buenas noches, y buena suerte” (Good Night, and Good Luck, 2005), se apreciaban los trazos de un director muy correcto desde el punto de vista formal, que entiende un largometraje como una oportunidad de contar una gran historia, poniendo toda la escenografía y las interpretaciones a los pies del guión, porque ese, el guión, la historia, lo que que se quiere contar, era el verdadero pilar de todo el conjunto.

Con esos antecedentes, y habiéndose informado de forma oportuna sobre la realidad que hay tras “Monuments Men”, una historia fascinante y brutal al mismo tiempo, otro rostro más, amargo por supuesto, de lo que supuso el delirio nazi para la historia de la humanidad, las expectativas ante la última creación de George Clooney no podían ser mayores. Si a eso le añadimos que el reparto está plagado de clásicos sobradamente contrastados (Matt Damon, Bill Murray, John Goodman, Cate Blanchet...), no quedaba otra alternativa que abrazarse al cucurucho gigante de palomitas convencidos de que íbamos a pasar unos más que entretenidos 110 minutos.

82348feb20803917694f3117c69347a9El grueso del reparto

¿Fue así?

El problema de las medidas

Como os podéis imaginar, no fue así. No voy a decir que fueron unos 110 minutos aburridos, porque no lo fueron. De hecho fueron 110 minutos de reto, 110 minutos pensando cuál era el verdadero objetivo, a dónde quería llevarnos Clooney o cuáles fueron las motivaciones que le llevaron, como director y guionista, a plantear “Monuments Men” del modo en que lo hizo. Desde un punto de vista estético y formal, la propuesta parece familiar directa de “Malditos bastardos” (Inglorious Bastards, Quentin Tarantino, 2009), lo que sin duda es un punto a favor de la película de  George Clooney. Lamentablemente, al ponerse todo en marcha la semejanzas desaparecen y sólo quedan las dudas, la constante certeza de que alguien se ha equivocado al tomar la dirección en un cruce. No sabemos cuál era la dirección correcta, pero está claro que no era esta que se ha tomado.

a7032fed2907249516700c336a3ac9f5¿Bélica o no bélica?

“Monuments Men” no es una película bélica, no es una comedia y tampoco es un drama. De hecho, no está claro lo que es y el problema no es que no se puedan combinar esos elementos (de nuevo “Malditos Bastardos” es el ejemplo perfecto de que sí se puede), pero es necesario un plan, un equilibrio, algo que dé sentido a esa combinación. Los pasos de una situación a otra se suceden de forma yuxtapuesta, sin que parezcan seguir un plan claramente trazado.

Recurriendo a un símil televisivo, probablemente desacertado, pero reconocible por todo el mundo, “Monuments Men” termina recordando a una de esas “audiciones a ciegas” tan populares del programa “La Voz”. En ella, nuestro o nuestra aspirante a estrella, se ha atrevido con una canción que no controla, que no está ejecutando bien. Pasa el tiempo y ninguno de los coaches se gira, con lo que crece el nerviosismo y el o la aspirante intenta meter alardes vocales que convenzan a alguno de esos jueces, pero esos alardes suena fuera de tiempo, pareciéndose más a lo que son (gritos desesperados), que al virtuosismo de un buen intérprete. En la película pasa un poco lo mismo: la cosa no funciona, algo se echa de menos y cada uno los nuevos episodios supuestamente culminantes no hace más que agravar esa sensación de decepción, obligando a mirar al reloj para que todo termine. 

fdc1337e21310be179232521dfa20a7a¿Qué busca George Clooney?

Y todo termina, obligándonos a pensar en aquello que no ha cuajado. Puede que estemos equivocados, pero para nosotros el error está en una cuestión de dimensiones. Sólo hay que pensar en los mejores momentos de George Clooney como director (“Buenas noches, y buena suerte” y “Los idus de marzo”) para ver los puntos fuertes de su trabajo: una historia con fondo, espacios controlados y muchos cara a cara interpretativos. Esas pautas, salvo la de la historia con fondo, se pierden en “Monuments Men”, quedando el claro que la pirueta ha añadido más elementos de los que tal vez no se ha medido bien su impacto.

¿Hacia dónde apuntará el siguiente proyecto del George Clooney director?