Cate Blanchett, Marián Álvarez y la justicia de los premios

Cate Blanchett, Marián Álvarez y la justicia de los premios

Escrito por alejandro

No parece que “Blue Jasmine” (Woody Allen, 2013) y “La herida” (Fernando Franco, 2013) tengan mucho en común. Podría decirse que sus protagonistas, femeninas ambas, son personajes que sufren, con trastornos más o menos serios y con un destino incierto, al menos en lo referente al final de las respectivas películas. Poco más. 

08f3a1b84ca59d8b955294fe5ef5fdb4No vamos a ver más que a Marián Álvarez. y eso es más que suficiente.

Otro de sus puntos en común es el reconocimiento que recibieron Cate Blanchett y Marián Álvarez por sus actuaciones. La verdad, y sin ánimo de caer en el tópico de si nos importan o no, personalmente, los premios, es que tanto el Óscar y el Globo de Oro, entre otros, para la primera, y el Goya y la Concha de Plata, también entre otros, para la segunda, son galardones con un significado esta vez. Porque ambas son muy buenas películas y lo son en buena medida por el papel de sus protagonistas.

Cate Blanchett y el repertorio

Woody Allen es un director con casi cincuenta películas a sus espaldas, una cada año desde hace más de treinta años, algo que inevitablemente conduce a un cierto agotamiento. Sus excursiones europeas fueron desiguales y pedían a gritos una vuelta a casa. El neoyorquino, testarudo él, no se limitó a resguardarse en su ciudad natal, con sus neurosis de siempre, sino que siguió hacia el Oeste y desembarcó en San Francisco. Ahí tocaba contar la caída de Jasmine en “Blue Jasmine” (Woody Allen, 2013).4378292083d8aebdc7b7d1bec9e9d10dCate Blanchett tiene que demostrar versatilidad a cada paso.

Una caída explicada poco a poco, a base de flash-backs, mezclada con la adaptación de la inestable mujer a su nueva vida junto a su hermana. Es un choque de estilos de vida, de ideas de vida, de decisiones o ausencia de ellas y donde también saldrán a la luz reproches. La exigencia para Cate Blanchett es muy grande, puesto que pasará de mujer altiva convencida de su status social a desequilibrada al borde del colapso, con paradas intermedias en situaciones donde permanece alejada de la realidad o momentos dramáticos familiares y personales. 

Una gran variedad de opciones que ponen a prueba la credibilidad de la película y que los matices de la interpretación de Blanchett aseguran. Porque estamos ante una tragicomedia y esto exige un equilibrio donde haya cabida para el humor, pero sin cebarse con el dolor. Jasmine canalizará todos estos sentimientos con el apoyo de un elenco de secundarios a la altura: Alec Baldwin, el marido causante de su caída, Sally Hawkins como su hermana Ginger o Bobby Cannavale, el curioso prometido de su hermana.

Marián Álvarez y la persecución

No tendrá tanta suerte Marián Álvarez interpretando a Ana en “La herida”. Porque Fernando Franco nos propone un ejercicio; uno difícil. Vamos a pasarnos poco más de noventa minutos frente a la pantalla y el 99% de ese tiempo vamos a ver a la actriz en un plano corto y cerrado, apenas su cara y sus hombros. La cámara la seguirá allá donde vaya, registrará sus reacciones, sus actos, cotidianos o no, e ignorará lo que ocurra a su alrededor. Solo importa por las reacciones causadas en Ana.

526ad77ad20a7aaab4806895e65de191La desorientación se materializa en un instante.

Son condicionantes muy grandes para el espectador. Éste solo debe experimentar lo mismo que Marián Álvarez. Desorientación, dolor, sentir que otro te necesita, la búsqueda desesperada de equilibrio, la ira, mucha, muchísima ansiedad, una acumulación de ideas que surgirán directamente de la actriz y que necesitan traspasar la pantalla. “La herida” (Francisco Franco, 2013) no es una película fácil, pero, sin duda, sí que debería ser obligatorio su visionado.