El orígen y el amanecer del planeta de los simios... y lo que falta

El orígen y el amanecer del planeta de los simios... y lo que falta

Escrito por alejandro

Una curiosa simbiosis, el gusto por los negocios más o menos rentables y la necesidad de explicarlo todo. Crea una saga capaz de prolongarse hasta el infinito. Empiezas por el origen, sigues con el amanecer y ya, a partir de ahí, si el retorno lo aconseja, pues exprimes la fruta hasta la última gota. Economía pura y dura. En este esquema podríamos incluir a casi todas las sagas existentes, pero hoy es el turno de la protagonizada por los simios (o chimpancés, que creo que es lo que son exactamente).

El origen del planeta de los simios (Rise of the Planet of the Apes, Rupert Wyatt, 2011)

El proceso empieza con un riesgo calculado. Una inversión solo relativamente ambiciosa (aproximadamente 76 millones de dólares según IMDB) con una cara conocida, un actor de moda, en este caso James Franco. En la pomada, entre otros muchos proyectos, por su participación, como Harry Osborn, en la saga Spiderman de Sam Raimi y por “127 horas” (127 hours, Danny Boyle, 2010) y que después ha mantenido el nivel con “Oz, un mundo de fantasía” (Oz the Great and Powerful, Sam Raimi, 2013), otra vez a las órdenes de Sam Raimi en una reedición del clásico norteamericano. 

749a300fc9acd8a95b15f563312ae96dJames Franco irá cediendo espacio progresivamente al verdadero protagonista: César.

La presencia de la estrella permite que optes por un director menos conocido, Rupert Wyatt. Con apenas dos largos a sus espaldas entonces, es una oportunidad de oro que te permite ahorrar un poco y, por qué no decirlo, intentar condicionar al realizador. Nunca sabremos los secretos del rodaje pero sí que Wyatt logró sacar provecho a una película veraniega sin tener que recurrir en exceso a la acción. Hay que ser claro, los procesos mentales del chimpancé, ya convertido en un ser superinteligente, deben traspasar la pantalla. 

Primero tenemos al científico desesperado, Will Rodman (James Franco), por la enfermedad de su padre. Sus experimentos caseros y la línea temporal pueden pasarse por alto porque al fin y al cabo la clave está en el chimpancé César (Andy Serkis), debe convertirse en ese ser no solo inteligente, sino también, y esto es lo más importante, con sentimientos y capacidad para hacerlos prevalecer sobre el raciocinio. 

6bfa557ac50804f3172dcaf0f53b6e57Cada cara, cada gesto, cada movimiento de César debe significar algo.

César es leal pero quiere sentirse respetado, defiende a su familia por encima de todo pero tarda en convencerse de cual es ésta, si James Franco, su novia y su padre o los chimpancés con los que es encerrado. En su decisión trascenderá la dignidad y el sentimiento de pertenencia. Su paso del cautiverio a la libertad tendrá, además, claras referencias al reciente Tarzán de Disney, con sus surfeos y paseos por las ramas incluidos. Él acaba convertido en único protagonista y desplaza a James Franco a un papel secundario y deja al resto del reparto convertido en un simple títere (con especial mención para la novia, Freida Pinto en el papel de la veterinaria Caroline).

El amanecer del planeta de los simios (Dawn of the Planet of The Apes, Matt Reeves, 2014)

La cosa con “El origen del planeta de los simios” fue lo suficientemente bien como para lanzarse a por otra. Este buen resultado permite arriesgar un poco más (el presupuesto se multiplica y acaba en los 172 millones) y después de una película como la primera, de acción pero con un ritmo controlado, toca apostar por más peleas, más escenarios y más efectos. 

7a9c10aa7c1dc205d5e0c82a349f7a47Los chimpancés deben dar pasos hacia su "condición humana" y a buena fe que los dan.

Entonces los productores se decantan por un director que ya ha realizado movimientos interesantes como Matt Reeves. Se hizo notar con poco en “Monstruoso” (Cloverfield, Matt Reeves, 2008) y respetó un original muy potente para salir airoso del remake de “Déjame entrar” (Let me in, Matt Reeves, 2010). Su consagración podía llegar con una superproducción donde lo primordial es la combinación de grandes batallas, peleas cuerpo a cuerpo con momentos ligeramente humorísticos y alguna que otra conversación de tintes dramáticos. 

Por supuesto, estamos en una saga destinada a explicar el proceso que desemboca en “El planeta de los simios, no sabemos si en la versión de 1968 dirigida por Franklin J.Schaffner y protagonizada por Charlton Heston o en la de 2001, con Tim Burton al mando y Mark Wahlberg como estrella principal. Da un poco igual, el objetivo es la idea general que ha quedado en nuestras mentes. Llegado el momento, habrá otra versión de esa película con el actor del momento en 2020, más o menos. 

Es una historia con mucha acción pero con suficientes coartadas como para situar historias dramáticas por medio. Una epidemia a nivel mundial se ha llevado por delante a casi toda la humanidad y entre los chimpancés, muchos procedentes de laboratorios, también habrá cositas, especialmente Koba, lugarteniente del chimpancé líder, César, a la postre motor principal de la acción al convertirse en una especie de Scar intentando fastidiar a Mufasa.

4d65f2b1c950fdc49ce41e6f1b8d1b0fKoba, cual Darth Vader, deja crecer su lado oscuro.

Mientras tanto, veremos si los humanos se autodestruyeron solos, si hubo una guerra e, incluso, quien la inició. Todo debe quedar atado y bien atado pero comprendiendo que este un proceso en marcha. El final de “El amanecer del planeta de los simios” no es más que el momento en el que se enciende la luz en el cine. Estamos a las puertas de una guerra que, si la taquilla está de acuerdo, va a producirse.

Siguientes pasos

El público parece de acuerdo y, parece que en 2016, habrá tercera parte. Después del origen y el amanecer tocará la conquista, el dominio o algo así. No conviene aventurarse a dar por cerrado, con esa posible tercera entrega porque, como en sus dos hermanas menores el camino volverá a ser el mismo. 

ff51bb8c7fe1fb0fa4c477e1cae7db2cActores/chimpancés/lo que se les ocurra, pero esperamos más para la próxima entrega.

Se establece el necesario espacio entre películas para proteger la inversión. La pienso, la hago, la promociono, veo como va y entonces decido. Si las cuentas me salen, la maquina echa a andar otra vez y hace falta el tiempo. Y cada vez más post-producción porque los simios antes solo interactuaban entre ellos o con humanos, pero ahora van a caballo y disparan y quien sabe lo que harán en el 2016. Lo único seguro es que si los beneficios, grosso modo, de la primera fueron 100 millones de dólares y la segunda, con más inversión, mejora esos números, tocará forzar aún más. 

Porque… ¿alguien duda que el público de 2016 será más exigente en lo que a efectos, espectáculo e hiperrealismo (de la imagen me refiero, del otro no hace falta tanto) se refiere? Por supuesto que no y es en esas mejoras donde se jugará continuar con la rentabilidad de la saga o guardarla en un cajón a la espera de nuevas ideas.