Algún día hablaré de ‘Once’ (2006), esa maravilla musical que es capaz de ponerme la piel de gallina en prácticamente cualquier punto de su trama. Pero hoy la película que quiero comentar es el que fue el siguiente trabajo de su director, el irlandés John Carney. Un filme denominado ‘Begin again’ cargado de optimismo y, por supuesto, buena música. Un ‘Once’ ‘made in Hollywood’, podríamos llamarlo, ya que está ambientado en Nueva York y cuenta con un reparto liderado por dos estrellas de la gran pantalla (Mark Ruffalo y Keira Knightley). El resultado final no es tan sorprendente como el de la cinta de 2006, ni la huella que deja perdurará tanto, pero la película cumple el objetivo que tenía marcado: hacer pasar un buen rato y deleitar el oído para que cuando lleguen los créditos finales tengamos una gran sonrisa.
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La música, en la calle, suena mejor
‘Begin again’ reúne a dos músicos perdidos en el momento oportuno, cuando sus carreras, o mejor dicho, sus ilusiones, parecen haberse agotado. Dan es un productor musical que acaba de perder su trabajo y que cada día conecta menos con su hija adolescente. Gretta es una joven británica que se ha mudado a Nueva York siguiendo los pasos de su novio, un músico que acaba de ser contratado por una importante discográfica y que al cabo de unos meses rompe con Gretta dejándola sola en la gran ciudad.
Pero una noche Dan descubre el talento de Gretta en el escenario de un garito y su aventura comienza. Le propone grabar un disco en la calle para no tener que depender de las inversiones de las productoras y juntos comienzan una andadura que no sólo les reportará el éxito que anhelan sino que, sobre todo, les llevará de vuelta al camino correcto en sus vidas personales.
Dan (Mark Ruffalo) encuentra la oportunidad de volver al camino correcto
Previsible pero fresca
El argumento no tiene nada de sorprendente, salvo por esa aparente reticencia de su guionista a los finales felices clásicos. De hecho, cae varias veces en la previsibilidad de los tópicos de la comedia romántica. Pero la ágil y fresca dirección de determinadas escenas, como el descubrimiento en el bar; y el atractivo de su banda sonora hacen de ‘Begin again’ uno de los títulos recomendables del cine buenrollista.
Nunca los hubiéramos emparejado pero ahí están
Mark Ruffalo y Keira Knightley despliegan, además, todo su encanto. Él, con esa pose descuidada y la sensación que transmite de estar un poco perdido. Ella, con la fachada de chica dura británica que tan bien le sienta y unas cualidades vocales que no se veían venir. Forman una pareja impensable que gracias a su talento interpretativo y cierta química en pantalla el espectador termina por creerse.
Como cualquier comedia romántica ‘made in Hollywood’, los personajes secundarios son imprescindibles. Hailee Steinfeld, la niña de 'Valor de ley' (2010) de los hermanos Coen; Catherine Keener, actriz ya encasillada en roles de reparto; y Adam Levine, el líder de la banda Maroon 5 en su primer trabajo como actor; dan brillo al conjunto y contribuyen a la sensación de que ‘Begin again’ es casi más una comedia coral sobre la música que la historia romántica de dos músicos.
Adam Levine no deja pasar la oportunidad de venderse como cantante
Porque, en el fondo, lo que quiere contar John Carney es el poder de la buena música, que no necesita de grandes escenarios o multitud de arreglos para llegar al corazón. Que así, de manera improvisada, es capaz de producir todo tipo de sensaciones.