Hay algo fascinante en la entrega de los premios Óscar y es que los galardones más mediáticos e influyentes del mundo no siempre premian a quien más se lo merece. De ahí que desde que se anuncian las nominaciones proliferen las conversaciones sobre ausencias entre los candidatos, sorpresas, quién puede ganar y quién debería hacerlo. Al fin y al cabo, los Óscar los deciden los compañeros de profesión, aquellos con los que cineastas, actores y técnicos se pueden llevar bien o mal, tener una cuenta pendiente o simplemente manipular mediante marketing. Es decir, el ganador del Óscar responde a una elección muy, muy subjetiva en la que intervienen múltiples factores.
Y, en consecuencia, la estatuilla puede servir tanto para reconocer un buen trabajo como para saldar una deuda o dar la bienvenida a Hollywood a una nueva estrella. Por eso los Óscar fascinan, porque son más que un premio a una labor puntual.
Así pues, completar una quiniela para los galardones de la Academia no es tarea fácil. La que hoy os dejo, limitada a las categorías más relevantes, apuesta por el ganador, el que debería serlo y el que merece tener un Óscar sea o no sea su trabajo candidato merecedor del premio.
El Óscar es el galardón más codiciado de la industria del cine
Mejor película
La favorita: aunque ha cedido terreno a 'Birdman' en las últimas semanas, 'Boyhood' sigue siendo la favorita a ganar el premio gordo (eso sí, con poco margen). Lo es desde su estreno en el festival de Berlín hace un año, pero ahora cuenta con el respaldo de haber triunfado en los Globos de Oro y los Bafta.
La digna: innovadora en la técnica (costó 12 años de rodaje), conmovedora en el relato y maravillosa en las sensaciones que deja, 'Boyhood' es sin duda la mejor película del último año.
La justa: precisamente porque a Richard Linklater le llevó 12 años darle vida a esta proyecto y porque supone una experiencia única, 'Boyhood' merece figurar entre las películas ganadoras del Óscar.
Ellar Coltrane se hace mayor en 'Boyhood', una película redonda
Mejor dirección
El favorito: Richard Linklater lo fue por 'Boyhood' durante buena parte de la temporada hasta que el mexicano Alejandro González Iñárritu le arrebató el puesto después de ganar el premio del sindicato de directores (el DGA) por su labor tras la cámara en 'Birdman'.
El digno: Bennett Miller pertenece a esa excepción donde un director es nominado al Óscar pero su película no. 'Foxcatcher' no habrá convencido a los académicos, pero la realización de Miller no podía pasar desapercibida. Hace de la insinuación un arte, creando una atmósfera tensa e idónea para retratar a los personajes.
El justo: todas las películas de Alejandro González Iñárritu han estado presentes de algún modo en los Óscar y él mismo ha sido nominado dos veces como director. Es, además, uno de los realizadores mexicanos más valorados en Hollywood, magnífico director de actores y creador de ese falso y complicado plano secuencia que estructura 'Birdman'. Sorprende que aún no tenga un Óscar en su estantería.
Alejandro González Iñárritu y Bennet Miller
Mejor actor principal
El favorito: Michael Keaton parece contar su propia historia en 'Birdman', la del superhéroe caído en desgracia que busca el aplauso de la crítica; lo que unido a su resurrección como estrella y la facilidad con que emociona dando discursos le sitúan como favorito (pero con poco margen ya que Eddie Redmayne ha vencido en los galardones determinantes).
El digno: Eddie Redmayne va más allá de los límites habituales de la interpretación en 'La teoría del todo'. El británico se transforma en Stephen Hawking y es capaz de comunicar un mundo sólo con el movimiento de sus ojos.
El justo: Benedict Cumberbatch es uno de los actores más deseados del momento. Desde que irrumpió en nuestras vidas con la serie de la BBC 'Sherlock', su rostro y su voz se han convertido en imprescindibles. Por eso, y porque se deja la piel en su interpretación de Alan Turing en 'The imitation game', resultaría lógico leer su nombre unido al título de 'ganador del Óscar'.
Michael Keaton, Eddie Redmayne y Benedict Cumberbatch
Mejor actriz principal
La favorita: Julianne Moore tiene el Óscar en el bolsillo después de ganarlo todo con su interpretación de una profesora aquejada de alzheimer en 'Siempre Alice'.
La digna: Julianne Moore resulta más que convincente, pero es Rosamund Pike quien ejecuta un papel que pasará a la historia del cine. Su Amy en 'Perdida' resulta tan fascinante que cuesta desprenderse de su recuerdo.
La justa: Julianne Moore suma 5 nominaciones al Óscar y fácilmente podría tener más. Es una de las actrices más respetadas y solicitadas de la última década y tanto los académicos como el público estamos deseando verla recoger la estatuilla.
Julianne Moore y Rosamund Pike
Mejor actor de reparto
El favorito:J.K. Simmons no tiene rival. Ha triunfado en todos los premios con su magnífico villano de 'Whiplash'. Es, además, un actor consagrado habitual en roles secundarios al que Hollywood quiere elogiar.
El digno: los villanos tienen la suerte de pasar a la historia y el profesor que interpreta J.K. Simmons en 'Whiplash' no va a ser menos. Intenso, magnético y perturbador. ¿Qué más se puede pedir?
El justo: Edward Norton suma su tercera nominación al Óscar con un papel escrito a su imagen y semejanza y que le devuelve al buen cine del que se había alejado. Por eso, por ser lo mejor de 'Birdman' y por tratarse de uno de los intérpretes más versátiles de su generación, Norton merece ganar un Óscar.
J.K. Simmons y Edward Norton
Mejor actriz de reparto
La favorita: Patricia Arquette tiene asegurado el Óscar tras ganar casi todos los galardones relevantes de la temporada gracias a un personaje que evoluciona en el tiempo y aporta el matiz más emotivo a 'Boyhood' (además de poner en palabras el significado de la película).
La digna: Emma Stone es una de las actrices jóvenes más prometedoras del momento que por fin encarna un personaje a su medida: frágil, osada, romántica... Sus ojos grandes nunca transmitieron tanto.
La justa: los 12 años que Patricia Arquette estuvo involucrada en el rodaje de 'Boyhood', la precisión con que da vida a esa madre inestable y el hecho de que se trate de unas de las actrices más conocidas de la televisión pero olvidadas en la gran pantalla, convierten su casi seguro Óscar en un acto de justicia.
Patricia Arquette y Emma Stone
Mejor guión original
El favorito: el guión que Wes Anderson y Hugo Guinness firman en 'El Gran Hotel Budapest' no es el más premiado de la temporada, pero es la razón de ser de la película más nominada a los Óscar y la única candidatura importante con posibilidad de triunfo. La Academia no dejará pasar la oportunidad.
El digno: en 'Foxcatcher', E. Max Frye y Dan Futterman convierten la aparentemente sencilla historia de tiranteces entre dos luchadores y su mecenas multimillonario en un prisma del lado oscuro del ser humano, del deporte y del dinero que no deja indiferente.
El justo: después de nominar tres de sus trabajos anteriores, la Academia parece dispuesta a premiar la inventiva y la idiosincrasia de Wes Anderson como guionista. 'El Gran Hotel Budapest' no es su mejor trabajo, pero Wes Anderson debería haber ganado ya un Óscar.
Mejor guión adaptado
El favorito: el libreto de Graham Moore para 'The imitation game (Descifrando Enigma)' se ha hecho con los premios más importantes de la industria y, si logra también el Óscar, permitiría que la película, una de las más nominadas a la cita, no se fuera de vacío.
El digno: la maestría con que Damien Chazelle nos sumerge en la historia de música y ambición que cuenta 'Whiplash', tan bien orquestada y con un buen número de perlas narrativas, debería ser premiada.
El justo: Paul Thomas Anderson ha sido nominado a seis Óscars, cuatro como guionista, pero nunca ha recogido premio. 'Puro vicio' no será su trabajo más destacado pero está claro que la Academia le debe una estatuilla.
Mejor banda sonora original
La favorita: la partitura que Jóhann Jóhannson compone para 'La teoría del todo'es emotiva, fácilmente recordable y ya tiene un Globo de Oro.
La digna: la música de Alexandre Desplat para 'The imitation game (Descifrando Enigma)' no sólo tensa y se mete en la cabeza, sino que hace la película mejor de lo que era.
La justa: las ocho nominaciones al Óscar que Alexandre Desplat ha cosechado en nueve años, incluidas las dos de esta edición (por 'The imitation game' y 'El Gran Hotel Budapest'), le convierten en uno de los compositores más relevantes de esta década y un más que justo ganador de Óscar.