'Con la muerte en los talones' (1959), el Alfred Hitchcock con sentido del humor

'Con la muerte en los talones' (1959), el Alfred Hitchcock con sentido del humor

Escrito por reyloren

Alfred Hitchcock (1899 - 1980) fue muchas cosas: el maestro del suspense, el creador del MacGuffin, el director de culto que nunca ganó un Oscar (no cuenta el honorífico), el realizador obsesionado con Grace Kelly, el cameo más reconocible del cine de mediados de siglo... Pero, sobre todo, el británico fue el responsable de algunas de las mejores películas que ha dado la historia del celuloide ('Vértigo. De entre los muertos', por poner un ejemplo, ha sido considerada en varias ocasiones la mejor cinta de todos los tiempos). 

Escarbar en la filmografía de Hitchcock supone encontrarse con historias de criminales, de espías, de psicópatas, de obsesiones y de terror. Y conocer a héroes por accidente, a rubias peligrosas y a madres omnipresentes. Hitchcock dejó muchas señas de identidad en sus trabajos, sí, pero también supo intensificar distintos aspectos en cada uno para que ninguno fuera igual. Y a través de sus películas podemos ir desgranando los matices del talento de Hitchcock, ese director que enamoró al público de hace más de medio siglo y también conquista al de hoy en día. 

¿Y qué mejor manera de empezar que con la más famosa persecución del cine clásico?

bdf8148db1154a72d305a91ecff40858Cary Grant huye de una avioneta fumigadora en 'Con la muerte en los talones'

Suspense y adrenalina

'Con la muerte en los talones' (North by Northwest, 1959) cuenta la historia de Roger O. Thornhill, un publicista que es confundido con un agente secreto y perseguido a partir de ese momento por una banda de criminales que quiere acabar con su vida. Para escapar, recibirá la ayuda de una misteriosa mujer. Ya en esta breve sinopsis, encontramos algunos de los ingredientes habituales en la filmografía de Hitchcock, como son el falso acusado o la rubia intrigante (Eva Marie Saint).

Y, cuando vemos la película, descubrimos que la sombra del británico se aprecia de principio a fin. Porque en 'Con la muerte en los talones' el suspense y la adrenalina son los que marcan el ritmo de una historia de espías que resulta cautivadora, tanto argumental como estéticamente. Y que, sin artefactos imposibles ni piruetas de superhéroe, entretiene mucho más que cualquier filme al uso de James Bond.

La película protagonizada por Cary Grant, uno de los actores favoritos de Hitchcock, es ágil, sexy y divertida, un cóctel que hace de ella paradigma de la etapa más comercial en la carrera del realizador británico. Y que logra que sus más de dos horas de duración se hagan cortas. 

74c9d82e9c0295ed35dc73e33663d965Roger O. Thornhill (Grant) es secuestrado, emborrachado, embaucado, perseguido...

Ese toque cómico supone, además, la razón de que esté escribiendo estas palabras. Porque 'Con la muerte en los talones' refleja con éxito el sutil y poco conocido talento de Hitchcock para el humor. Para cualquiera que, como hasta hace bien poco era mi caso, sólo conociera la película por su famosísima escena con el avión y rumores de una grabación oculta en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, su comicidad resulta toda una sorpresa. 

Actores, guión e ironía

El enredo en el que se ve envuelto el protagonista, Thornhill, cuando es confundido con George Kaplan inicia un juego del ratón y el gato en el que nadie es quien dice ser mientras que la amenaza acecha en cualquier esquina. Pero este juego también propicia secuencias capaces de arrancar más de una sonrisa y alguna carcajada.

La primera, la que transcurre en la comisaría con un Thornhill completamente ebrio que intenta hacer creer a los agentes que varios hombres quieren asesinarle. La segunda, la inspección que el perseguido y su madre realizan en la habitación de hotel a nombre de Kaplan. Y, por citar una tercera, la secuencia en la subasta tampoco tiene desperdicio.

46d29a43cb0d336f6db5f3b99bdc10efJames Mason (en el centro) da vida al villano de la función, el señor Vandamm

En estas tres situaciones Cary Grant hace buen uso de su encantadora ironía para meterse en el bolsillo si no a sus acompañantes, sí a los espectadores. Aunque en el hotel es la actriz Jessie Royce Landis (que interpreta a su madre pese a ser seis años más joven) quien atrae todas las miradas con sus acertadas intervenciones.

Carisma actoral y un brillante guión firmado por Ernest Lehman que comprensiblemente logró una nominación al Oscar son los pilares del humor del que presume 'Con la muerte en los talones', aunque es la cámara de Alfred Hitchcock la que exprime esa comicidad hasta el punto justo. Porque la película resulta deliciosamente divertida no sólo cuando los personajes hablan, sino también cuando impera el silencio y, por ejemplo, nuestro héroe se encuentra frente a frente con un humilde granjero en una carretera solitaria

Al filme no le falta sentido del humor ni en su clímax, donde pasamos de presenciar un angustioso rescate en el imponente monte Rushmore a subirnos a un tren lleno de esperanza. Ni tampoco, yendo hacia atrás, en el prólogo, donde el mismísimo Alfred Hitchcock se cuela en la película como un hombre que pierde el autobús.

ff642657b84f4c4ed9f0b30ca4034e23El equipo de arte construyó una réplica del monte Rushmore para la escena final

Ligera pero fuerte

Resaltar la comicidad de 'Con la muerte en los talones' puede inducir a que el lector piense que se trata de una de las películas más ligeras, o menos intensas, de la filmografía de sir Alfred. Y, en cierto modo, lo es. Porque el filme prioriza la acción y la sucesión de acontecimientos a la psicología de los personajes, pero lo hace sustentándose en un guión que, como comentaba antes, es una maravilla. Y eso la mantiene fuerte. 

Los diálogos memorables de la película son numerosos. De hecho, podría llenar un post entero recordando sólo algunos de ellos, pero no es el momento. 

acf573e9c78532820c54b6e06296e594Eva Marie Saint encarnó a la espía perfecta, aunque Hitchcock quería para el papel a, cómo no, Grace Kelly 

También podría mencionar algunos de los muchos premios que recibió tras su estreno, como el italiano David di Donatello a Cary Grant como mejor actor extranjero o la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, sin olvidar sus tres nominaciones a los Oscar. Pero no es necesario.

Porque el título, 'Con la muerte de los talones', y el nombre de su director, Alfred Hitchcock, son razón suficiente para convencer a cualquiera de que estamos ante un clásico que merece la pena. Donde el maestro del suspense se transforma en el genio del humor. Humor en cine de espías

891613841dd0d2202c126c50967d443aThornhill recorre una buena parte de los Estados Unidos hasta terminar su aventura en el monte Rushmore