Un buen villano de cine es aquel que o bien infunde terror con su sola presencia o bien se gana la simpatía del espectador hasta el punto de hacer sombra al mismísimo héroe de la historia. Este último es el efecto que produce Alan Rickman (1946 - 2016), actor y director británico curtido en el teatro pero reconocido sobre todo por su contribución a la gran pantalla, que murió el jueves 14 de enero víctima de un cáncer. Tenía 69 años, era joven, por lo que su fallecimiento ha causado cierto shock entre los aficionados del séptimo arte.
Alan Rickman nació y murió en Londres
Sobre todo porque Rickman participa en dos de las películas de culto para la generación de la EGB y en una de las sagas más queridas e influyentes del siglo XXI. ‘Jungla de cristal’ (John McTiernan, 1988), ‘Robin Hood: Príncipe de los Ladrones’ (Kevin Reynolds, 1991) y las ocho películas de Harry Potter (2001 - 2010) forman parte del legado del intérprete que estos días medio mundo recuerda como uno de los villanos del cine más queridos por el público.
Alan Rickman, por si alguno sigue despistado, interpreta a Hans Gruber en ‘Jungla de cristal’, el criminal al que hace frente John McClane (Bruce Willis) y que resulta tan amenazante como hipnótico. Su sombra resultó tan alargada que el tercer capítulo de la franquicia rescató su recuerdo para introducir al villano al que daba vida Jeremy Irons (interpretaba a su hermano, Simon).
Hans Gruber en 'Jungla de cristal'
Rickman es también el sheriff Nottingham en la adaptación al cine de las aventuras de Robin Hood, donde tanto su encaprichamiento de Lady Marian como, sobre todo, su afición por la tortura son lo más cómico (y memorable) de la cinta.
El-sheriff-de-Nottingham-es-sin-duda-lo-mejor-de 'Robin Hood: Príncipe de los ladrones'.
Y Rickman es y será para siempre Severus Snape, el profesor de pociones del colegio de magia y hechicería Hogwarts que manifiesta animadversión hacia el joven Harry Potter y termina por convertirse en un personaje clave (EL personaje clave) de la historia concebida por J. K. Rowling.
Severus Snape, personaje incomprendido hasta los minutos finales de la última película.
Alan Rickman también es Harry, un marido al borde de la infidelidad en ‘Love actually’ (Richard Curtis, 2003); el noble coronel Brandon de ‘Sentido y sensibilidad’ (Ang Lee, 2005); es el actor catapultado a la fama por una sola (y ridícula) frase en ‘Héroes fuera de órbita’ (Dean Parisot, 1999); y un sinfín de personajes más. Lleva tres décadas acercándose a nuestras pantallas y por eso ahora parece justo rendirle este breve homenaje.
Alan Rickman en 'Love actually'
Porque Rickman le sacó rentabilidad como pocos al arte del habla, haciendo de su forma de hablar pausada y su voz grave no sólo una seña de identidad, sino también el ingrediente principal para la composición del villano cautivador por el que siempre será recordado.
El recuerdo al actor británico, por quien confieso admiración y a quien hace un año incluí en mi particular lista de actores que nunca habían sido nominados al Oscar pese a merecerlo, se sucede en las redes sociales, en parques temáticos sobre el niño mago y en la mismísima plataforma nueve y tres cuartos de Kings’ Cross.
Pero la mejor manera de honrar su memoria es, sin duda, escucharle.
Descanse en paz, Alan Rickman.
Alan Rickman en el rodaje de uno de sus últimos trabajos, 'A little chaos' (2014), donde además de actuar se sentó tras la cámara