Dice el dicho que las segundas partes nunca fueron buenas, salvo en el cine, claro. Así lo demuestran dos grandes clásicos del séptimo arte, cintas preferidas de muchísimos críticos y aficionados, que son 'El imperio contraataca' (1980) (continuación de 'La guerra de las galaxias') y 'El padrino. Parte II' (1974). Sin embargo, no todas las secuelas merecen elogios. Algunas resultan tan aborrecibles que incluso quienes disfrutamos con sus predecesoras preferimos olvidar que existen. Es el caso de los títulos que vienen a continuación, segundas partes que no sólo hacen realidad el dicho, sino que además demuestran lo fácil que a veces es hacer borrón y cuenta nueva.
1. 'Matrix reloaded' y 'Matrix revolutions' (2003)
'Matrix' (hermanos Wachowski, 1999) es una película de ciencia-ficción que marcó un antes y un después en el uso de los efectos especiales, una epopeya futurista y filosófica que hace de cada una de sus escenas material indiscutible para el recuerdo. 'Matrix' es uno de los mejores filmes que ésta que escribe ha visto en la gran pantalla. Pero la cinta de los hermanos Wachowski rebosa tanta calidad como la que le falta a sus dos secuelas.
Tardaron 4 años en estrenarse aunque cuando lo hicieron dejaron un corto margen de 6 meses entre una y otra. Pero a pesar de la larga espera, o quizás como consecuencia de ella, 'Matrix reloaded' (2003) y 'Matrix revolutions' (2003) apenas convencieron a la masa de seguidores que había generado su antecesora.
Neo versus Agente Smith en 'Matrix reloaded', igual a efectos digitales a tutiplén
La novedad en la puesta en escena se había esfumado y, lo que es peor, había sido sustituida por efectos digitales tan obvios que rozaban la ridiculez; Neo había perdido su capacidad de empatizar para convertirse en un frío y soberbio Elegido; el cuero, las gafas de sol y la música electrónica resultaban excesivas; la ciudad superviviente de Zion defraudó; los giros de la trama perdieron a más de uno; y la charla con el Arquitecto nos dejó a todos con ganas de escapar de la sala y no mirar atrás.
El problema fundamental es que 'Reloaded' y 'Revolutions' continuaron el espectáculo visual sin preocuparse del atractivo de la historia. O quizás es que el relato finalmente no era tan interesante como 4 años antes sugería 'Matrix'. Por eso seguiré recomendado apasionadamente la 'Matrix' original pero no como el inicio de una trilogía, sino como una película solitaria que da para horas de visionado y párrafos de divagaciones. 'Matrix reloaded' y 'Matrix revolutions' ni siquiera sirven para una tarde entretenida.
Más Neo versus Agente Smith en 'Matrix revolutions', más efectos digitales
2. 'El Golpe II' (1983)
'El Golpe II' (Jeremy Kagan, 1983) forma parte de ese grupo de secuelas que no es que el espectador quiera olvidar, es que ni siquiera sabe que existen hasta que las encuentra de manera casual. En este caso se entiende. La continuación de la joya de 1973, 'El golpe', ganadora de 7 premios Óscar incluido el de mejor película, se estrenó una década más tarde, con director diferente (Jeremy Kagan en lugar de George Roy Hill), actores nuevos y su presencia en la cartelera pasó desapercibida.
Para colmo, en vez de contar una historia diferente con personajes únicos, repitió el esquema de su antecesora y le dio a los protagonistas nombres tan similares a los que tenían los héroes de aquélla (los apellidos, Gondorf y Hooper, de hecho se mantienen) que resulta inevitable ver 'El Golpe II' sin pensar que se trata de una parodia seria del clásico de los 70.
Hasta el cartel de 'El golpe 2' era malo
Con otro espíritu y otro título, el filme de estafadores que dirigió Jeremy Kagan podía haber sido recordado como una entretenida película de sobremesa. Y no como la secuela que es hoy, que no recordamos y tampoco queremos ver.
3. 'Superman III' (1983), 'X-Men: La decisión final' (2006) y 'Spider-Man 3' (2007)
Desde hace años es impensable poner en marcha una película basada en superhéroes de cómic sin tener en mente su correspondiente trilogía. Pero, a veces, esa tercera parte no sale redonda, o mejor dicho, es un auténtico desastre, y la posibilidad de continuar la saga más allá de los tres títulos de rigor se desvanece. En ese caso hay una solución (siempre la hay): volver a empezar con la esperanza de esta vez hacerlo mejor.
Es lo que le ocurrió a Superman en los 80 y a la patrulla X y Spider-Man en el siglo XXI. Sus terceras partes fueron tan desastrosas y dejaron tan mal sabor de boca que sus productores retomarían la saga con nuevo equipo y renovadas historias.
Al héroe de Krypton aún le siguió una secuela más, 'Superman IV: En busca de la paz' (1987), pero después Kal-El no volvería a volar en la gran pantalla hasta casi 20 años más tarde y, entonces, el director Bryan Singer ('Superman returns') reanudaría la trama a partir del final de 'Superman II' como si las dos últimas entregas no hubieran existido.
Hasta a Súper le da por la bebida de tan mala que es esta película
Los X-Men, por su parte, sufrieron un erróneo cambio de director, del mencionado Bryan Singer a Brett Ratner, y los que se consideraban por entonces los mejores filmes de superhéroes de la década tuvieron como secuela, 'X-Men: La decisión final', un batiburrillo de mutantes y tramas sin la profundidad y la elegancia que había caracterizado a las primeras entregas. Así, no es de extrañar que la patrulla de la Marvel regresara a la pantalla grande cinco años más tarde ('X-Men: Primera Generación') con nuevos personajes y en una época diferente.
Mucha pose y mucho traje, pero estos X-Men tienen poco que contar
En cuanto al hombre araña, la trilogía que dirigió Sam Raimi siguió esa máxima del cine de superhéroes que suele dar malos resultados y que consiste en sumar villanos, intereses románticos y tramas en cada nueva secuela. Por eso nos encontramos en 'Spider-Man 3' con hasta tres enemigos de Spidey, dos chicas buscando un hueco en su corazón y un apartado extra en el que Peter Parker vive su momento 'emo'. Demasiados ingredientes para que producto final convenza. La consecuencia a medio plazo es que los productores decidieron continuar la saga con un nuevo Spidey en manos de otro director y así fue como conocimos al Peter Parker de Andrew Garfield que tan rápido nos ha hecho olvidar el interpretato por Tobey Maguire.
Por eso de sumar en las secuelas, 'Spider-Man 3' presenta no uno, sino dos 'Spideys'
Continuará...