A ver si me entero de una vez, ¿”Vivir es fácil con los ojos cerrados” (David Trueba, 2013) fue la gran triunfadora de los Goya 2014? ¿Es la mejor película española del año? Hombre, está bien, pero… Es una obra muy optimista, casi diría que necesaria, con una interesante mezcla de análisis, historia y realidad. Con unos personajes, y ahí sí se nota la mano del David Trueba escritor, superior (y esto es una opinión pura y dura) al David Trueba cineasta, bien conformados y atractivos.
“Hay canciones que te salvan la vida. Saber que antes, alguien sintió lo mismo que tú. Ya no es estás solo. Todos necesitamos gritar ¡Help! alguna vez.”
El equilibrio entre el trío es perfecto.
Antonio, Belén y Juanjo son las principales atracciones (y puede que las únicas, en una película por lo demás convencional) de “Vivir es fácil con los ojos cerrados” y por eso centran nuestra mirada sobre lo más interesante de “la mejor película del año”…
Antonio – Javier Cámara
Vive su sueño. No le cambiará la vida, pero le dará sentido. Sus movimientos, ocultos tras la cultura popular, la edad y las posibilidades económicas son los de un niño ingenuo y tímido. Confía en el futuro como ese lugar improbable en el que todo va mejor, las capacidades de los humanos son suficientes y el optimista lo ha impregnado todo. En realidad, sus victorias son pequeñas y se enfrentan contra ese enemigo eludido por la película: el futuro. ¿Qué le queda ahora que los Beatles ponen las letras en sus discos y sus compañeros han seguido su camino? Solo el recuerdo de haber sido, de haber luchado.
“Los profesores, de tanto tratar con niños, acabamos por no comprender el mundo de los adultos.”
La película se basa en el sueño de Antonio y la realidad de Belén y Juanjo.
Belén – Natalia de Molina
David Trueba decidió que en “Vivir es fácil con los ojos cerrados” los actores debían tener la edad que teóricamente representaban en la película. Belén es una joven de poco más de 20 años, sin marido, embarazada, en la España de los 60. La sociedad, su entorno, le tienen reservado un destino “adecuado” a sus características. Ante todo, debe evitar la vergüenza y las habladurías. Su papel es pasivo en todos los sentidos (solo la fuga inicial puede anotarse en su debe). La irrupción primero de Antonio en una gasolinera de la España más profunda y después de Juanjo en Almería la empujan a otra vida. No sabemos si es la que buscaba, pero al menos llevaba mejor cara.
- ¿Y el padre?
- El padre é John Lennon, pa’l caso…
Los dos jóvenes liman sus diferencias de edad a cada minuto.
Juanjo – Francesc Colomer
El más joven, partiendo desde una posición más débil, acaba convertido en el referente para sus compañeros. Solo busca reafirmar su identidad. Primero con algo tan simple como su peinado, después conservando su dignidad en momentos complicados y finalmente tirando de Belén. Puede que simplemente David Trueba quisiera representar a un joven en pleno proceso de descubrimiento (de sí mismo, de su sexualidad, de su madurez y del cuerpo femenino) o embobado por su primer encuentro sexual, pero es el más consciente de todos ellos.
Conclusiones
El director madrileño se aprovecha de una curiosa historia de los años 60 para montar una road movie emotiva, esperanzadora pero irremediablemente impregnada del patetismo de las pequeñas acciones con intenciones demasiado grandes.