Por esto me gustan las películas de mafiosos

Por esto me gustan las películas de mafiosos

Escrito por Pedrinho

Algo tiene el lado oscuro, los chicos malos, que resultan de lo más atractivo (no hay más que preguntarle a Anakin Skywalker), sobre todo si observamos desde el otro lado de la pantalla. Desde el lado en el que todo lo otro, lo que allí sucede, resulta de lo más creíble, permitiéndonos empatizar con unos personajes con los que incluso llegamos a sentirnos cerca, aunque resuelvan gran parte de las situaciones a disparos o con un cuerpo en el fondo del río con una piedra atada al cuello. No es para menos, ya que, a fin de cuentas, "son sólo negocios", "asuntos de familia". Y por eso me (¿nos ) apasionan las películas de mafiosos, por motivos como estos.

"Érase una vez en América" (Once upon a time in America, Sergio Leone, 1984)

Una película que incluso se puede ver con los ojos cerrados, porque cada uno de los acordes de su banda sonora es igualmente capaz de seguir contándote esa misma historia (por algo la obra de Ennio Morricone es considerada una de las mejores de la historia). Una historia que ha sido la última contada en la gran pantalla por Sergio Leone, en la que dirigió a un De Niro que ya dejaba claro que esto de ser gánster le venía como anillo al dedo.

photo_6206.jpegNo lo puedes escuchar, pero suena una música inolvidable

"Malas calles" (Mean Streets, Martin Scorsese, 1973)

Uno de los rostros más reconocibles de las películas sobre la mafia, Robert De Niro, dirigido por uno de los grandes nombres de la historia del cine, Martin Scorsese. Una cinta que muestra que los gánsters y las organizaciones criminales no son sólo los trajes caros, el lujo y el dinero ganado viviendo del otro lado de la ley. No, los gángsters son los bajos fondos, las calles más oscuras y todos esos lugares en los que puede terminarse una vida más rápidamente de lo que crece la ambición en un ser humano.

photo_1905.jpegTan jóvenes y ya metidos de lleno en el más bajo de los fondos

"El Padrino" (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972)

No podía faltar en cualquier conversación sobre cine y esto lo decimos sin la tradicional veneración, a veces incluso excesiva, que levanta esta trilogía. Porque aquí no se trata de alabar por alabar, de decir, casi de forma obligada, que te encanta esta película, igual que otro muchos dicen que les apasiona “La naranja mecánica” (A Clockwork Orange, Stanley Kubrick, 1971), sin haber llegado a digerirla primero. Por eso te pedimos que te sientes y que vuelvas a ver “El Padrino” anotando en un cuaderno todo aquello que no te gusta de ella, porque sólo así, con mirada crítica, podrás reconocer todo lo que te apasiona.

photo_5102.jpegAl final, la decisión es suya, Padrino

"Scarface" (id, Brian de Palma, 1983)

La imagen más impactante jamás fraguada en una película de este género. Una postal con Al Pacino tras su escritorio, con las diferentes piezas de oro (el reloj, el anillo, la cadena) reflejando aquello por lo que cruzó la línea, con una mirada en la que se mezcla toda la dureza y locura que cabe en la cabeza de un gánster (hay que estar también loco para serlo). Un fotografía que, como si fuera un cuadro, ya te cuenta una historia en sí misma.

photo_8145.jpegEn mi trono de dorado, al otro lado de la mesa

"Camino a la perdición" (Road to Perdition, Sam Mendes, 2002)

Una cinta solvente de Sam Mendes que contaba la ventaja de saber que la novela gráfica en la que se basa ("Road to Perdition", de Max Allan Collins y Richard Pyers Rayner) ya era una obra de arte en sí misma. El director “sólo” tuvo que traducir su contenido al lenguaje cinematográfico, algo que logró de la mano de dos actores inesperados en este género, Tom Hanks y Jude Law, que no desentonan en sus papeles. Además, estamos ante la última película en la que apareció Paul Newman, motivo por la que ya merece la pena tenerla en nuestra filmoteca.

photo_2965.jpegEn la mafia también hay clases sociales: los que van bajo el paraguas y los que lo sujetan

"Carlito's way" (id, Brian de Palma, 1993)

Una vez más Al Pacino y una vez más uno de los directores más reconocidos y reconocibles de este género (Brian de Palma), un género que han tocado todos los más grandes (por algo será). Un reparto pleno de fuerza (Sean Penn, John Leguizamo, Viggo Mortensen...) para una película en la que se cuenta lo complicado que es salir de este mundo una vez se han puesto los dos pies en él. Y es que pagar tu deuda con la sociedad no tiene nada que ver con saldar las cuentas contigo mismo y con tu pasado.

photo_5828.jpegSea dual sea el final, lo haré a mi manera

"American gangster" (id, Ridley Scott, 2007)

Una de las producciones más recientes, con un sólido reparto (Denzel Washington y Russell Crove como protagonistas), en la que, más allá de toda la historia basada en un hecho real y su narración, responsabilidad de un contrastado creador de blockbusters como Ridley Scott, nos quedamos con una secuencia genial. Ahí está Frank Lucas, un traficante de heroína que ha construido un imperio con su propia visión del negocio, explicándoles a sus hermanos y primos lo que necesita de ellos en la gran ciudad en medio de un desayuno en un tranquilo local de Harlem. Entonces, en medio de su explicación, ve a alguien con quien tiene que rendir cuentas, así que se disculpa un momento y sale a su encuentro para volarle la tapa de los sesos en plena calle y a la luz del día. Al finalizar, vuelve a la mesa con un “¿dónde lo había dejado ”. ¿Hay mejor forma de explicar lo que uno hace y cómo creo que debe hacerlo

photo_3606.jpegAsuntos de familia

"Donnie Brasco" (id, Mike Newell, 1997)

Casi desde que han existido los mafiosos, han existido los polis dispuestos a acabar con ellos. Más allá de “Los intocables de Elliot Ness” (The Untouchables, Brian de Palma, 1987), están esos miles de agentes infiltrados, que deben vivir y actuar como aquello que persiguen, convertirse en uno de ellos sin que eso los consuma para llegar hasta lo más alto y tratar de descabezar la organización, confiando en que esta no sea capaz de reorganizarse tras la decapitación. Nadie ha mostrado esa pelea interior, esa contradicción, ese control y renuncia, del mismo modo que lo ha hecho Johnny Depp en esta película.

photo_7172.jpegLa mirada de alguien que vive a los dos lados

"Ciudad de Dios" (id, Fernando Meirelles, 2002)

Como ya dijimos, ser un mafiosos va más allá de los trajes, los coches, las casas de lujo y los clubes nocturnos. Un mafioso es alguien con una forma de entender la vida, en la que esa misma vida (la suya y la de los demás) pasa a ser algo efímero, que puede terminarse en cualquier momento. Por eso hasta un niño puede ser un gánster. ¿No te lo crees Pues mira esta película y ya me dirás si hay gánsters mayores que estos que corren por las favelas de Ciudad de Dios.

photo_8725.jpegLa foto de la mafia adolescente

"Promesas del este" (Eastern Promises, David Cronenberg, 2007)

Un descubrimiento inesperado, una de esas películas a las que tal vez sólo llegas porque alguien te la recomienda y al final terminas dándole las gracias por el descubrimiento. Por eso no os daremos muchos más detalles, para que después nos deis las gracias por haberla sugerido. Sólo un apunte: para hacer una buena película de mafiosos, no hacen falta grandes tiroteos, sino personajes creíbles. Y todo personaje que interprete Viggo Mortensen es creíble.

photo_5314.jpegMe creeré todo lo que me cuentes, Viggo