Review: 23-F: La Película (2011)

Review: 23-F: La Película (2011)

Escrito por Lucero

El 23-F, el Golpe de Estado de Tejero en el Congreso de los Diputados del 23 de febrero de 1981, ha hecho correr ríos de tinta durante estas tres décadas que distan desde aquella naciente democracia a esta que ahora agoniza. 

Decenas de libros, de artículos de opinión, de tiradas de periódicos se han dedicado desde el 24 de febrero de aquel año a escrudiñar entre los secretos del golpe e intentar desvelar aquellas incógnitas que suscitó. Hoy, la mayoría de ellas ya han sido resueltas, aunque aún queda mucho por saber; cosas que probablemente nunca sabremos. Esta película, “23-F: La Película" (Chema de la Peña, 2011)”, lanzada en el treinta aniversario del golpe, muestra sin ningún tapujo la versión más fidedigna posible de aquello que pudo ser el Golpe de Estado del 23-F teniendo en cuenta qué es lo que sabremos sobre el 23-F. Por ello, obviando su calidad como película, este film es ya de obligado visionado a todos aquellos españoles que hoy no saben (o que han olvidado) cuán cerca estuvo nuestro régimen democrático de sumirse de nuevo en la dictadura. 

Todo comienza una fría tarde de febrero en que el Congreso de los Diputados, de cuya presidencia acababa de dimitir Adolfo Suárez (Ginés García Millán), elegía a Calvo Sotelo como nuevo Presidente del Gobierno. Pero algo ocurrió, un ruido, un grito, un ¡quieto todo el mundo!

photo_7884.jpegTejero (Paco Tous) irrumpe en el Congreso y desata el Golpe de Estado que estuvo a punto de derribar nuestra democracia.

El 23-F en el cine

A pesar de que el 23-F supone uno de los momentos más importantes de nuestra historia reciente, muy poco (y lo que se ha hecho, se ha hecho tarde) ha tratado este tema para darle una visión cinematográfica. Además, poco, o casi nada, se ha hecho con calidad y objetividad histórica. Esta película es el primer intento serio de hacerlo, tras los dos telefilms del año 2009 “23-F, el día más difícil del Rey” (Silvia Quer), y “23-F, historia de una traición” (Antonio Recio), y tras el documental de 2001 “El 23-F desde dentro” (Joan Úbeda, Uri García) que sí que significó un buen producto documentado, aunque no pueda adscribirse al género cinematográfico.

Sí, muy poco para todo cuanto significó el Golpe de Estado de Tejero, interpretrado magistralmente por Paco Tous. Si hubiese ocurrido algo así en Estados Unidos, por seguro se hubiesen producido decenas de películas sobre el tema y todos nosotros sabríamos hoy quiénes fueron cada uno de los protagonistas del golpe. Lamentablemente, ni la mayoría de los españoles saben hoy quiénes fueron aquellos por quienes se contuvo el aliento aquella tarde de febrero. Esta película viene a paliar, en parte, este vacío.

¡Quieto todo el mundo!

Así nos deja el inicio de la película, fulgurante, que no defrauda a nadie y que le da al espectador aquello que, de primeras, quiere ver. Porque para la mayoría de los españoles, el 23-F fue sólo unos cuantos segundos, aquellos que distan desde que Tejero irrumpe en el Congreso hasta que dice su célebre ¡quieto todo el mundo!

Pero el 23-F no se limita a aquella estampa, que permanece en la retina de todos. Fueron muchísimas horas de secuestro, de tensiones, de teléfonos echando humo. Lo menos interesante del 23-F fue precisamente aquello que hizo de escenario del golpe, el Congreso, donde el tiempo se congeló, donde todo se quedó quieto, tal y como ordenó Tejero.

photo_1047.jpegDurante las largas horas de secuestro, el tiempo se congeló dentro del Palacio de Congreso, donde los diputados hacían todo tipo de congeturas sobre qué estaría pasando en el país.

Una gran película sobre el 23-F

Ésta no es una obra maestra del cine, y tampoco pretende serlo. Es una gran película sobre el 23-F; fidedigna a los hechos, objetiva, respetuosa. Pero ello no quita que no sea una buena película, que no mantenga estupendamente la tensión, una tensión que recorrerá con el espectador todos los pasillos del Congreso, que perseguirá a Tejero hasta la locura, o hasta al Rey o a Suárez hasta la fidelidad completa a España y a su democracia. 

La acción se sitúa, como decíamos, no tanto dentro del Congreso sino fuera de él, donde se decidió el futuro del golpe. En Valencia, el Capitán General Jaime Milan del Bosch sacaba sus tanques a la calle, declarando el estado de excepción. En la División Acorazada Brunete, la unidad más poderosa de Madrid, el alto mando se decidía a salir o no salir a tomar la capital.

photo_8686.jpegEl Rey, Juan Carlos I, ante el momento más difícil de su reinado.

Horas difíciles, todo ello mostrado con detalle y tensión en la película, que en ningún momento decae, a pesar de comenzar con fuerza y con el momento con que Tejero puso patas arriba a España. El Rey, la figura que se escondía, erróneamente, detrás de las peticiones de Tejero (los golpistas actuaban, supuestamente, en favor de un Rey cansado de la ineptitud de la clase política), es también interpretado con brillantez por Fernando Cayo, que muestra fielmente cómo el joven monarca intentó salvar los muebles de una democracia que se derrumbaba. Pero el personaje clave, y en quien encontramos si acaso la mejor actuación, con permiso de Paco Tous, es Juan Diego, un General Armada que se presupone como cabeza del Golpe y cuyo fracaso en convencer al Rey del mismo significó además el fracaso del Golpe. Ello, quizá lo más importante del 23-F (lo que significó su ruina), y que se muestra ya al final del metraje, quizá no está tan bien mostrado en el film, donde Armada se diluye ante la fuerza de personajes más poderosos, como el del (ya loco) Tejero. Aun así, como decíamos, “23-F” es de obligado visionado para todos los españoles a quienes el 23-F no es más que unos pocos segundos en que un guardia civil con bigote irrumpió en el Congreso.

Recomiendo encarecidamente, antes de visionar el film, leer un poquito sobre el Golpe, saber quién es realmente Tejero, o Armada, o Milan del Bosch, o Suárez, Gutiérrez Mellado o Carrillo; personajes clave.

photo_2035.jpegCartel de la película "23-F: La Película" (Chema de la Peña, 2011)