Un asunto real (2012)

Un asunto real (2012)

Escrito por reyloren

Que levante la mano aquel que conozca algún fragmento de la historia de Dinamarca. No hay muchas manos alzadas, ¿verdad? Salvo que hayas estudiado Historia, tengas un particular interés por acontecimientos olvidados en países lejanos o mantengas lazos con los daneses que hayan motivado tu conocimiento de su pasado, seguramente sepas de Dinamarca tan poco como yo, que viene a ser prácticamente nada. En ese caso, ‘Un asunto real’ (En kongelig affære, 2012), la película del año en esa nación, no sólo te cautivará por su impecable factura técnica y su exquisita narración. También te sorprenderá con su trama.

Y es que el filme de Nikolaj Arcel, director de varios largometrajes en su país natal y guionista de la versión sueca de ‘Millenium’, cuenta un apasionante pedazo de historia donde puede afirmarse aquello de que la realidad supera a la ficción. Un fragmento que, además, históricamente es equiparable a los logros de la Revolución Francesa de 1789.

photo_9130.jpegEl médico Struensee y la reina Carolina Matilde

La trama es la siguiente: en pleno Antiguo Régimen, el rey de dudosa salud mental Christian VII toma como mano derecha a un médico ilustrado, Johann Friedrich Struensee. Este se convertirá en el mejor amigo y consejero del monarca hasta el punto de que acabará gobernando el país, periodo durante el cual promulgará leyes que reducirán el poder de la nobleza y otorgarán derechos al pueblo llano. Pero, al mismo tiempo, mantendrá una relación secreta con la reina, Carolina Matilde, lo que, como es de esperar, imposibilitará un final feliz.

En otras palabras, mucho antes de que los franceses tomaran La Bastilla, en Dinamarca un médico de pueblo se hacía con el poder y aprobaba revolucionarias leyes como la abolición del derecho a maltratar o el fin de la censura.

photo_5503.jpegEl pueblo se levanta en armas

Con inteligencia y sin prisas

La trama de ‘Un asunto real’ aborda el cambio político y social en Dinamarca, así como el romance entre el médico y la reina y la amistad que une al doctor con su monarca. Son tres frentes abiertos que se exploran con inteligencia, sin prisas y permitiendo que la complejidad de la situación cale en el espectador.

En ese sentido, podría decirse que el filme de Arcel refleja lo que otro título coetáneo suyo, ‘Anna Karenina’ de Joe Wright, debió ser. Y me refiero a la adaptación de la novela de León Tolstói porque la participación de la hasta ahora desconocida Alicia Vikander en ambos proyectos hace inevitable la comparación.

‘Anna Karenina’ también cuenta una historia de amor prohibido en un contexto político y social complicado, pero lo hace de forma apresurada y dejando que el continente, esto es, la teatral puesta en escena, haga sombra al contenido. En ‘Un asunto real’, por el contrario, el director opta por una narración tradicional que permite que forma y mensaje se complementen y que el desarrollo de la historia no pierda un ápice de interés durante el metraje.

photo_1605.jpegUn baile de máscaras, así es la vida en la corte

Además, en la película danesa nada desentona. La fotografía otorga al conjunto ese halo de respetabilidad que le sienta como un guante; el vestuario y los decorados están cuidados al detalle; y la música recrea el ambiente idóneo para disfrutar de la audacia y dramatismo de las acciones de los tres protagonistas.

Tres ases

Los tres intérpretes principales de la cinta son una de las razones que justifican el notable alto que se lleva la película. Mads Mikkelsen, probablemente el actor danés más conocido fuera de sus fronteras, ejecuta una actuación brillante. El semblante serio de su personaje logra reflejar la lucha interna que lleva a cabo por mantener a salvo su amor, su amistad y su revolución social. Asimismo, sus acciones causan tal diversidad de reacciones en el espectador como opiniones debió de ocurrir en la realidad.

En cuanto a Alicia Vikander, esta joven intérprete sueca destaca por su actuación sosegada y llena de matices. Es más, aunque el romance entre la reina y el médico no convenza en un principio, el trabajo de los dos actores lo hacen creíble e incluso entrañable.

photo_8639.jpegUn amor prohibido

Mikkel Boe Følsgaard es el tercer nombre a resaltar. Si el escenario hubiera sido Norteamérica o Reino Unido y no Dinamarca, tanto en el argumento como en la producción de la película, posiblemente le hubiéramos visto nominado a algunos de los premios más mediáticos del cine. Su encarnación de Christian VII, un monarca al que la Historia recuerda como enfermo de esquizofrenia, incomoda, divierte y enternece. Todo al mismo tiempo. Følsgaard logra que nos molestemos con su comportamiento en el primer tramo del filme pero al final consigue que le comprendamos, más o menos, y acabemos compadeciéndonos del personaje.

La relación de amistad entre el rey y el médico, por otra parte, resulta tan genuina e interesante que es imposible no empatizar con sus protagonistas.

photo_8228.jpegUn rey difícil de comprender

Premios

Con todo, no es de extrañar que ‘Un asunto real’ se colara entre las nominadas al Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Una hazaña que añade a su candidatura al Globo de Oro y al premio César en la misma categoría, a su nominación al galardón del público en el Festival de Toronto y a los dos Osos de Plata cosechados en Berlín: mejor actor para Mikkel Boe Følsgaard  y mejor guión para el texto de Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg. 

Gracias a todos esos galardones, por qué negarlo, ‘Un asunto real’ se ha convertido para algunos, incluida yo misma, en una primera aproximación al cine danés que deja un agradable regusto