Con Looper (Rian Johnson, 2012), me he llevado una de las mayores sorpresas cinematográficas de los últimos años. Si he tardado algunos meses en verla desde su estreno es debido a que Looper suena irremediablemente a película blockbuster (ya saben, películas de usar y tirar, películas carne de videoclub, aunque los videoclub estén condenados a la extinción), aunque, tras su visionado, uno lamente no haberle dado una oportunidad antes, incluso en el cine, aunque el cine esté cada vez más restringido a los grandes estrenos para quienes, como yo, seamos de bolsillo estrecho.
Looper es una estupenda película de ciencia-ficción, con lo que no quiero decir que sea una obra maestra del género, ni mucho menos, sino una película que deja muy bien al género, que cumple con su pretensión y sorprende. Más adelante analizaremos sus puntos flacos, que los tiene, no iba a ser menos, pero ellos no desmerecen a Looper ni probablemente al subtítulo que podría tener este artículo, “Looper, una de las mayores sorpresas de 2012”. A continuación el por qué.
Cómo tener una idea brillante y hacerla película
Al principio, Looper abruma por la originalidad de su planteamiento. Una premisa que resulta difícil incluso resumirla aquí en unas líneas. Lo intentaré: la acción se sitúa en un futuro algo próximo, 2042, donde una serie de asesinos a sueldo llamados loopers se dedican a asesinar a personas del futuro. En el año 2072 se inventará la máquina del tiempo y ésta será usada por mafias y sindicatos criminales para enviar a quienes quieran hacer desaparecer treinta años atrás, donde serán asesinados por los loopers. El enlace entre las dos épocas se produce a través de un mafioso de 2072, interpretado por Jeff Daniels, que viajó a la década de los 30 del siglo XXI para instaurar esta curiosa mafia asesina temporal, entrenando a los loopers.
El looper sólo debe estar en el lugar indicado en el momento indicado. La víctima aparece a la hora prevista y es asesinada. Un asesinato temporal que no deja señal en ninguna parte.
Los loopers son pagados por cada servicio con unos lingotes de plata que lleva pegados al cuerpo, y que le son entregados por parte del futuro. Pero la historia tiene además otra vuelta de tuerca: cuando la víctima lleva consigo lingotes de oro, significa que el looper va a ser “licenciado”, es decir, que a quien va a matar el propio looper es a sí mismo, cerrando el bucle. Esto ocurre porque la mafia de 2072 no quiere dejar a ningún looper con vida. Una vez el looper asesina a su yo del futuro, se retira, y vive una vida de ensueño hasta que, treinta años después, la mafia le requiere para cerrar el bucle.
¿Un poco complicado, no Pues todo esto se expone en la primera parte del metraje, una primera parte sorprendente, rápida y directa, donde todo un completo universo se expone como planteamiento de forma original y abrumadora, haciéndote que desees que entre Bruce Wills en escena y se desencadene aquello que forma el caos en este particular y ordenado universo.
Las escenas en que los dos Joe, Gordon-Levitt y Wills, están frente a frente, suponen quizá lo mejor de la película. Ahí advertimos, además, qué buen trabajo de caracterización se hizo con el primero para que lograse parecerse al segundo de joven.
Porque de esta misma forma se expone en la sinopsis de la película (eso que todos leemos antes de visionarla): el protagonista, un looper llamado Joe (Joseph Gordon-Levitt), tendrá que asesinar a su yo del futuro, Bruce Wills, y, lógicamente, no lo logrará, dando comienzo por ello a la historia real que la película cuenta. Hasta entonces, Looper sólo nos cuenta una historia, la original historia de los loopers y de las mafias y de los asesinatos temporales. Una brillante idea muy bien planteada en su ejecución inicial.
Una estupenda revisión del clásico "Terminator"
Looper transita sobre su metraje con muy buen ritmo, y la transición desde la idea inicial o planteamiento al nudo de la historia se realiza de una forma muy ágil. El argumento de la película, a partir de los primeros 40 minutos, estriba entre la persecución a los dos Joe (Gordon-Levitt y Wills) y la persecución, a su vez, de éste último, en pos de encontrar aquello que podría acabar con los crueles bucles, con los asesinatos temporales y con los loopers: un niño.
Sí, lo que le faltaba a la ecuación de esta película era aquel elemento que rompiese el mero duelo interpretativo de los protagonistas (que nos deja, dicho sea de paso, algunas escenas realmente buenas cuando ambos se encuentran cara a cara). Este elemento que cierra el triángulo es una madre (Emily Blunt) y su hijo, quien está llamado a convertirse en “El Fundador” y crear los viajes en el tiempo (y, sospechamos, aunque no lo sabemos a ciencia cierta, que también será el responsable del sindicato criminal espacio-temporal).
Como no podía ser menos, en el primer segundo en que Gordon-Levitt como el joven Joe y la mujer se encuentran en la escena, sabemos que entre ambos habrá una historia de amor, y que él se verá en la tesitura de querer proteger a quien será responsable, en el futuro, de la mafia looper.
Aunque ésta no es una película "de tiros", al viejo Bruce Wills no podía faltarle su escena de matar a todo lo que se le ponga por delante. Y es que venir del futuro debe tener alguna ventaja.
Sí, hemos pensado lo mismo. Looper suena a Terminator. De hecho, me atrevería a decir que supone una curiosa revisión de la historia de Terminator desde un punto de vista completamente diferente. Y, de hecho, algunas escenas del viejo Bruce Wills recuerdan irremediablemente a la de un Terminator acabando con todo lo que se encuentra a su paso, frío y despiadado.
A saber: Looper es en realidad la historia de una madre y su hijo que se ven envueltos en una paradoja futurista: un asesino que viene del futuro intentará matar al niño para evitar cuánto hará treinta años después. Por el contrario, Bruce Wills tendrá que enfrentarse a su yo del pasado (un Kyle Reese, siguiendo el símil) que evitará que éste acabe con el niño y con la madre.
Un viaje espacio-temporal por la superficie
¿El final No lo diré, para no hacer mucho spoiler. Looper es una buena película de ciencia-ficción original en el planteamiento y con buen ritmo en la ejecución. Tiene, además, algunos momentos de humor que resultan divertidos, sobre todo en aquellas primeras escenas entre los dos Joe, el joven y el viejo.
¿Sus puntos débiles Aquí van algunos de ellos: la ambientación futurista a veces está muy bien cuidada (suena a “Blade Runner”) pero otras veces no concuerda mucho. La historia, si bien original como decimos, necesita alguna explicación más o alguna vuelta de tuerca más. Deja muchos nudos y sobre todo muchos porqués. El director y guionista hace bien en no meterse en cómo funciona la máquina del tiempo, pero sí quizá la historia habría necesitado que ahondase muchísimo más en cómo funciona la mafia looper.
Porque cuando te paras a pensar detenidamente qué cuenta la película, hay cosas que no cuadran por ningún lado. Por ejemplo: si en el futuro (2072) el sindicato criminal controla todo ese mundo casi post-apocalíptico, ¿qué necesidad tiene de montar todo el tinglado de los asesinatos temporales , ¿por qué no asesinan ellos mismos a las víctimas Y por otra parte, cuando uno se considera un poco experto en películas de viajes en el tiempo, con sus paradojas, sus dificultades temporales, sus “si mato a mi padre o si mis padres no se conocen, no nazco”, Looper chirría un poco. Quizá alguno de vosotros tenga las respuestas, y yo no he sabido encontrarla durante el visionado.
Quién iba a decirle al bueno del joven Joe que este inocente niño será "el Fundador", y que esconde un macabro y sorprendente secreto.
Aun así, Looper es una estupenda película de ciencia-ficción con algún sorprendente toque fantástico (sabrán de lo que hablo en cuanto vean al niño “fundador” en acción). Una revisión del género de los viajes en el tiempo sorprendente, aunque no ahonda mucho en las complicaciones derivadas de los viajes espacio-temporales, cosa que sí hacen otras películas sobre esta temática y que podría haber enriquecido muchísimo el argumento de Looper y, sobre todo, habría sorprendido mucho más al espectador.
Looper se queda en la superficie de los viajes temporales para contarnos una historia que utiliza la máquina del tiempo como excusa: el verdadero quid de la película es el enfrentamiento entre dos personajes, que son el mismo en realidad, y un niño que será el hombre más poderoso en el futuro. Ahí, Looper se convierte en una película espectacular.
Looper (Rian Johnson, 2012)