El Cuerpo (2012)

El Cuerpo (2012)

Escrito por Lucero

Un interesante ejercicio hitchconiano envuelto en la atmósfera de telefilme de la sobremesa de Antena 3. Con esta doble cualidad se presentó, el año pasado, “El Cuerpo” (Oriol Paulo, 2012), un thriller que sorprende por su tensión narrativa y por la originalidad de su planteamiento. En “El Cuerpo” un punto de partida excelente se entremezcla con un desarrollo algo irregular para desembocar en un final de lo más sorprendente. Adentrémonos en un sombrío instituto forense tras la pista del desaparecido cuerpo de Mayka, la femme fatale que a la madura Belén Rueda le sienta estupendamente bien.

Un thriller en el que nada es lo que parece

“El Cuerpo” parte de una original premisa que, en los primeros minutos de metraje, entusiasma y sobrecoge, prometiéndonos un espectáculo que luego, aunque no defrauda en absoluto, es probable que no alcance las cotas que se presuponían al principio. Pero vayamos por partes. La película comienza con una angustiosa huida de un vigilante de seguridad que corre por un bosque y es atropellado. En el depósito de cadáveres que custodia, la policía descubre que uno de los cadáveres ha desaparecido. Algo o alguien hizo correr despavorido al guarda de seguridad, que ahora se debate entre la vida y la muerte, mientras un Inspector de policía, Jaime Peña (interpretado por José Coronado), juega al gato y al ratón con un hombre que no sabe si es realmente el ratón (es decir, a quien busca): Alejandro (Hugo Silva), el marido (ahora viudo) de Mayka. 

photo_9291.jpegMaika (Belén Rueda), una rica empresaria, está casada con Álex, un joven con oscuras intenciones.

La propuesta de la película es clara y sencilla: un thriller de tres patas donde una de ellas (Belén Rueda), aun ausente, tiene la misma o mayor importancia que el resto. El duelo interpretativo entre Coronado y Silva se resuelve realmente bien, con algunas situaciones forzosas pero notable en su desarrollo.

“El Cuerpo” tiene algo más que un thriller convencional, cuyo desarrollo se produce a base de estilo y oficio, si acaso algo irregular en algunas partes, pero sobresaliente en su final. Aunque el Inspector cuenta en todo momento con la colaboración de Alejandro, Álex, a medida que los misterios se hacen más oscuros y los posibles más imposibles, comenzará a darse cuenta que el viudo esconde algo en esa mirada esquiva, algo que podría implicarle en la muerte de su esposa. Porque Mayka es una rica empresaria  y su viudo es, ahora, el único heredero.

Belén Rueda, José Coronado y Hugo Silva, un trío protagonista sobresaliente

Todos los actores cumplen, Belén Rueda quizá sobresalga del resto, por su papel enigmático, oscuro y sombrío, como si lo viésemos siempre a través de un espejo opaco. José Coronado mantiene el tipo con un papel no demasiado profundo, haciendo del clásico Inspector atormentado por su pasado, que siempre le vuelve en las situaciones complicadas.

photo_6329.jpegJosé Coronado cumple, como en todos sus papeles, esta vez dando vida a un atormentado Inspector de policía que hace años sufrió la muerte de su mujer en un accidente de tráfico.

Hugo Silva, el tercero en discordia, pero con el papel más difícil de la película sin duda, cumple sin más pretensiones, aunque al espectador le queda la duda de si con otro actor (no tan guaperas y con muchas mejores tablas) su papel no habría alcanzado quizá otra dimensión.

Al viudo Álex Ulloa le habría sentado mejor un actor más maduro, alguien que tuviese un mayor feeling con Belén Rueda. Partimos desde el comienzo con la duda de si la relación entre ambos es verosímil, y, lamentablemente, ello le resta credibilidad al personaje de Silva, que no despeja estas dudas hasta que la película se introduce en los oscuros derroteros de la mitad de su metraje hacia delante. Aun así, como decimos, el duelo entre Coronado y Silva adquiere especial relevancia hacia el final, cuando el personaje de Belén Rueda queda relegada a un tercer plano (no olvidemos que no deja de estar muerta durante toda la película, y que sus apariciones son únicamente en base a recuerdos).  

El resto de actores secundarios complementan con muy buen resultado al trío protagonista: Aura Garrido, que interpreta a Carla Miller, la amante de Álex; el televisivo Juan Pablo Shuk, Pablo, el agente que ayuda al Inspector en el caso, y Cristina Plazas como la Doctora Silvia Tapia.

Un thriller hitchconiano con sorprendente final

Para cuando “El Cuerpo” encara su final, todas las dudas y las irregularidades se desvanecen, y lo que nos queda es un ejercicio de intriga resuelto de forma magistral. Lo más sobresaliente de esta película es que logra salir indemne del laberinto en que su extraño y enmarañado desarrollo se introduce. A medida que la historia se va haciendo más enrevesada, nuevas hipótesis y nuevos misterios nos desmontarán falsas hipótesis y nos introducirán otras nuevas, hasta que el final llega como en un gancho de derecha, directo y sin que nos lo esperemos, dejándonos KO sobre el asiento.

photo_9638.jpegEl duelo interpretativo entre Coronado y Silva nos deja muy buenas cotas de cine, a medida que el misterio alcanza su punto cumbre y comienza a desvelarse.

“El Cuerpo” no deja de ser cine comercial televisivo (viniendo de Antena 3, a poco más se puede aspirar) pero quizá introduce un nuevo hito en el cine producido por empresas de televisión. Porque, aun siendo cine comercial, la película tiene en general una excelente factura técnica, situándose en el olimpo de su género.

“El Cuerpo” es una incógnita imposible y un gran interrogatorio que se extiende durante una ajustada hora y media de metraje, al que no le sobra ni le falta minutos. Un thriller con aroma a película de terror hitchcoriano (teniendo en cuenta que su desarrollo se produce casi únicamente en un instituto anatómico forense, la atmósfera no podía ser más terrorífica), aún sin ser una película de terror, y con un final sorprendente que justifica sin duda los dos o tres fallitos que se le  pudiesen encontrar a su desarrollo. Una ambientación muy lograda pone el broche a un thriller realmente recomendable.

photo_2458.jpegCartel de "El Cuerpo" (Oriol Paulo, 2012)