Josef von Sternberg

Josef von Sternberg divide su infancia entre Viena y Nueva York. Su padre, un ex soldado del ejército austro-húngaro, no podía mantener a su familia en cualquier ciudad; Sternberg lo recordaba solamente como "un hombre enormemente fuerte que a menudo utiliza su fuerza en mí". Obligados por la pobreza a abandonar la escuela secundaria, von Sternberg trabajó durante un tiempo en una tienda de Manhattan que vendía cintas y encajes para los fabricantes de sombrero. Un encuentro casual en Prospect Park, Brooklyn, condujo a una nueva carrera en la limpieza y reparación de las impresiones de la película. Este trabajo proporciona una entrada a la industria de producción de la película, entonces floreciente en Fort Lee, Nueva Jersey. Como un cineasta aprendiz, desde 1916 alrededor de la década de 1920, von Sternberg desarrolló un desprecio duradero para la mayoría de los directores y productores trabajó para (una excepción fue Emile Chautard, quien actuó en algunas de las películas de Sternberg de la década de 1930) y estaba seguro de que él podría mejorar en sus productos. Una estaca a unos pocos miles de dólares--incluso entonces un presupuesto absurdamente pequeño--von Sternberg demostró con los cazadores de la salvación (1925), que se convirtió en un éxito crítico y financiero. Para los próximos dos años seesawed entre elogios y el olvido, a veces en un mismo proyecto (por ejemplo, recibió el raro honor de dirigir una película de Charles Chaplin, pero fue archivada después de sólo una muestra y luego desapareció para siempre). Su avance comercial fue La ley del hampa (1927), una película de gángsters Hollywood prototípica; detrás de las escenas, von Sternberg lucharon con éxito Ben Hecht, el escritor, por el control creativo. Con La última orden (1928), protagonizada por el igualmente voluntarioso Emil Jannings, von Sternberg comenzó un período de casi una década como uno de los artistas más célebres del cine mundial. Tanto su carrera cinematográfica y su vida personal se transformaron en la confección de El ángel azul (1930). Entonces decidido por Jannings y productor Erich Pommer primera importante imagen sonido de Alemania, von Sternberg apostó por fundición de Marlene Dietrich, oscuros, como Lola Lola, la bailarina de club nocturno que conduce el personaje de Jannings en depravación. El von Sternberg-Dietrich historia, tanto en la pantalla (le dirigió en seis películas más) y apagado (se convirtió en uno de sus legiones de amantes, más en el amor con ella más) es un elemento básico de las historias de la película. Sus películas de los "treinta están entre los más visionario hecho en Hollywood, pero a pesar de su suntuosidad visual, contemporáneo al público encontró inerte dramáticamente. Mediocres box-office las películas y una pelea con Ernst Lubitsch, entonces jefe de producción en Paramount Pictures (patronal de Sternberg), significó que después de carnaval en España (1935), nunca más tendría el control que debía expresarse plenamente. En su autobiografía sardónico, él más o menos completamente desentiende de todas sus películas posteriores. A pesar (o tal vez porque) de su carrera truncada y personalidad amarga, von Sternberg sigue siendo un héroe para muchos críticos y cineastas. Sus mejores películas ejemplifican la proposición, como él decía, que en cualquier película que vale la pena el director es "la influencia determinante y la única influencia, despóticamente ejercieron o no, que representa el valor de lo que se ve en la pantalla."