Saddam Hussein

Saddam Hussein era un dictador brutal y sangriento que mantuvieron a su país de Irak en la guerra casi constantemente después de asumir el poder en 1979. Por lo menos 1 millón de personas murieron debido a las maquinaciones de Saddam. Después de que su régimen fue derrocado por la invasión estadounidense de 2003, terminó en una horca, su vida terminado en el extremo de una soga de ahorcado.

Saddam invadió el vecino Irán en 1980 y emprendieron la guerra durante siete años y 11 meses, convirtiéndola en la más larga guerra convencional en el siglo XX. Saddam tenía la esperanza de sacar provecho de lo que percibía como el caos de la revolución iraní para resolver las disputas fronterizas y suprimir su propia población musulmana Shi'ite. (Irán es predominante Shi'ite mientras que Hussein era un musulmán sunita). La guerra terminó en un empate con aproximadamente 500.000 iraquíes y 400.000 muertos iraníes. Ambos bandos, los principales productores, sufrieron pérdidas económicas de medio un billón de dólares. Saddam lo usó gas venenoso contra las tropas iraníes, una atrocidad incluso Adolf Hitler no participar en los campos de batalla de la II guerra mundial.

A partir de 1986 y continuando hasta 1989, Saddam lanzó una campaña deliberada de genocidio contra los kurdos en el norte de Irak. La campaña también concentrado en las zonas pobladas por otras minorías, como los asirios y los judíos. En 1988, sus fuerzas lanzaron un ataque con gas venenoso en la ciudad kurda de Halabja que mató a tantos como 5.000 personas e hirió a tantos como 10.000. En total, genocidio de tres años de duración de Saddam contra los kurdos y otras minorías cobró vidas como 182.000.

En 1990, la guerra-incitador a Sadam invadió Kuwait con la intención de saquear y anexar el país rico en petróleo. Una coalición internacional que fue elaborada por el primer presidente George Bush y liberó a Kuwait pero fue Saddam en el poder. Su hijo W. del Presidente George Bush armar un segundo ejército de coalición dominado por estadounidenses y británicos de las fuerzas que invadieron Irak en marzo de 2003 para deponer al dictador.

La invasión fue lanzada con el pretexto de que poseía armas de destrucción masiva y que iba en la liga con al-Qaeda, el grupo terrorista que lanzó los ataques del 9/11 en los Estados Unidos. Ambos cargos eran falsos, pero condujo a la captura de Saddam en diciembre de 2003. Posteriormente fue juzgado y ejecutado por el gobierno provisional iraquí para la matanza de 148 chiítas iraquíes en 1982. La pena de muerte se llevó a cabo el 30 de diciembre de 2006.