Sarah

Arqueólogo Lankester Merrin se le pide que vaya a África oriental para excavar una iglesia que se ha encontrado totalmente enterrada en la arena. Merrin es también un sacerdote católico romano que, aún atormentado por lo que fue obligado a hacer durante la II guerra mundial en su nativa Holanda, evita cualquier religión o creencia. Le fascina lo que encuentra y que se remonta cientos de años antes de cristianismo fue introducido en la zona. Acompañado de un joven sacerdote, el padre Francis, para mantener un ojo sobre los elementos religiosos de lo que encuentran, Merrin hace su camino al campamento. Allí conoce a un joven médico, Sarah y pronto se da cuenta hay un aire de melancolía que envuelve todo el sitio. Obreros enloquecen y un joven es atacado por una manada de hienas ignoran totalmente su hermano Joseph. Dentro de la iglesia se encontraron signos de profanación. Merrin se ve obligado a volver a examinar su falta de fe y cara a cara con el diablo.