Hablando de mitos: Elena Anaya
Como amante ocasional de la televisión, he de reconocer que no espero sacar gran cosa de mis encuentros fortuitos con la 'caja tonta', más allá de un polvo rápido y fácilmente olvidable, lo que en el lenguaje televisivo significarían unas risas inesperadas o algún elemento que despierte la curiosidad y nos lleve a tirar de algún hilo. Sin embargo, en unos de esos últimos escarceos amorosos con la tele, me encontré, sin premeditarlo, ante el penúltimo programa “Alaska y Coronas”, e ...