Dave Anderson y Manny Durrell son dos ladrones sneak clase alta que nunca han sido capturados. Joshua Burke es un detective retirado que tiene suficiente evidencia para ambos de ellos para ponerlos tras las rejas. En cambio, ofrece para mantener su silencio si los ladrones se siga rectos y trabajar en un centro juvenil para delincuentes. Al principio, los ladrones son reacios y no están dispuestos (y los niños). Como pasa el tiempo ganan la confianza y la admiración de los niños y empiezan a disfrutar el trabajo. Todo va bien hasta que alguien del pasado les dice que tienen que hacer un último golpe... o más...