Chris Maurer es asesinado un día después de su cumpleaños número 21 y su afligida madre, Angela Maurer, es incapaz de lidiar con ese hecho. Ella es aprovechada por un periodista interesado que sólo se preocupa por conseguir una historia en primera plana y está totalmente insatisfecho con la forma en que la policía encarga del caso. Un comerciante local intenta ayudarla a través de estos tiempos difíciles, pero en vano. La policía arresta a amigo Chris Ryan McGuinness, después de que aprenden Chris puede haber pasado la noche con la novia de Ryan pero Chris también tenía una relación irritable con su cuñado. El buen samaritano que encontró Chris ensangrentado y golpeado en la acera se compromete a participar en la reconstrucción del crimen. Al final, un simple lapsus linguae revela la identidad del asesino y entonces el motivo para el asesinato.