En 1997, las superestrellas de rap Tupac Shakur y Christopher Wallace (también conocido como Biggie Smalls, The Notorious B.I.G.) fueron abatidas en incidentes separados, las aparentes víctimas de la rivalidad entre Oriente y Occidente infame del hip hop. Película de Nick Broomfield introduce Russell Poole, un ex policía con evidencia que sugiere que la policía deliberadamente falló el caso para ocultar las conexiones entre la policía, LA bandas y Death Row Records, el sello dirigido por el magnate del rap temido Marion "Suge" Knight.