Michael, el hijo de un director de funeraria crece indiferente a su padre y se une a un seminario. En su camino a la terminación del curso, él se siente abrumado por una fuerte falta de fe. Sus creencias religiosas son más sacudidos cuando ve a una joven desventuradamente muere en un accidente de carretera para quien interpreta a regañadientes el ritual para absolver sus pecados. Su mentor todavía cree en él y le insta a ir a Italia para tomar un curso de exorcismos y que fortalecería la esperanza su fe en el cristianismo. En Italia asiste a una sesión de padre Xavier que pronto se dé cuenta de su escepticismo. Como resultado que le envía a un eminente exorcista jesuita, padre Lucas, cuyas formas aunque cuestionable son bastante efectivos. Él atestigua el exorcismo de una niña de 16 años pero todavía parece convencido. Padre Lucas le explica que se necesitan varias sesiones durante un largo tramo de tiempo completamente libre de una víctima del demonio. A pesar de presenciar algunas ocurrencias sobrenaturales durante el exorcismo mencionado, Michael es tan escéptico como siempre. Después del segundo exorcismo, la condición de las niñas se convierte bastante crítica como ella se traslada a un hospital. Morirá pronto y el demonio encuentra a una nueva víctima. Al acercarse el momento de hacer cuentas, Micheal puede dejó la única esperanza pero primero debe superar sus propias dudas y temores con el fin de luchar y destruir las fuerzas de mal agüero.