Autoproclamado aspirante a escritor Hank Chinaski no tiene calificación, ambición ni ética. Cualquier trabajo sin futuro que aterriza pronto se pierde por pereza o travesura. Su relación con el compañero vago Jan obtiene filtrada a crisis a través de su inseguridad, así que ni siquiera se da por vencido apostar a los caballos que trajo en dinero fácil.