Frankie Wells es una manipuladora del mal. Ella mata a su madre para recibir su herencia, pero no lo agarran. Luego, dos años después, pone a su hermano Danny para asesinar a su novio. Arrestan a Frankie y Danny porque desconfían de la policía. Él se siente culpable y confiesa todo, pero dice que sólo él lo mató, no Frankie. Ambos son condenados a 100 años en la cárcel, pero Frankie no regresa para el juicio y huye. Danny finalmente se da cuenta de que su hermana lo estaba usando y le dice a la policía que Frankie todo lo había planeado. La llama para pedirle que llame, así que la policía le puede rastrear. Lo hace, y Danny le dice que está enojado y traicionado que lo usó como cualquier otro hombre.