En el caso de Larry McLinden quien, tras romper con su novia, se dice que su hijo no es biológicamente su base. Se lo ha amado como su propia y está decidido a mantenerlo como su propio y comienza una batalla por la custodia que desafiará las leyes del estado y los derechos de los padres que cría a un niño, genéticamente vinculados o de otro tipo.