Un fugitivo constante es entregado al cuidado del estado y se encuentra en un centro de prisión preventiva para las niñas. Pronto ella está atrapada entre la burocracia indiferente, el tratamiento a veces brutal de sus compañeros y su propia familia abusiva, y sólo una atención vio su potencial para elevarse por encima de sus circunstancias trágicas.