Esta película, que se centra en el secuestro de un niño, proyecta Kate Nelligan como la madre angustiada que arremete en la policía (en la persona de un implacable detective interpretado por Judd Hirsch), que tratan de ella y su marido como sospechosos, incluso cuando ella sabuesos para encontrar a su hijo y unidades a su marido (David Dukes) y amigos (incluidos a Stockard Channing) con su intensidad y firmeza.