Encerrada en un oscuro sótano, Laura, una psiquiatra en sus treinta, contempla con horror un video donde un hombre confiesa ser un asesino en serie. Su nombre es Ramón, un hombre aparentemente normal cuarentón, que parece ser inofensivo. Amordazado y atado a una silla, Laura se da cuenta de que es la misma persona que secuestró y que ahora es la estimulación en las sombras. Ramon sigue hablando como apaga la televisión. Se acercó a ella, quita la mordaza y reta a Laura a jugar la ' palabra '. Si gana, va a irse, pero si pierde, él podrá arrancarte el ojo. Laura está aterrorizada, pero acepta a regañadientes. El juego comienza. Laura comete un error. Ramon se mueve amenazadoramente hacia ella. Gritos de Laura son inútiles.