En 1914, Wilhelm Uhde, un famoso coleccionista alemán, alquila un apartamento en el pueblo de Senlis, a cuarenta kilómetros de París, para escribir y para tomar un descanso de la agitada vida que ha estado viviendo en la capital. Señora de la limpieza es una mujer de cuarenta años bastante atrevida que es el hazmerreír de los demás. Un día, Wilhelm, quien ha sido invitado por su dueña, fija en un pequeño cuadro que mintió en su sala de estar. Está aturdido a aprender que el artista no es otro que Séraphine.