El Invitado (2012)

El Invitado (2012)

Escrito por Lucero

La primera película de Denzel Washington que vi fueEstado de Sitio (Edward Zwick, 1998). Por aquel entonces tenía yo apenas once años, el vello púbico incipiente, ya saben, y esta película, menor y olvidada en la carrera del actor, causó en mí un impacto que aún hoy, extrañamente, perdura. Les voy a explicar el por qué.

El cine no es más que una industria de emociones, emociones que cada espectador percibe según su propia perspectiva. Para la mayoría de vosotros “Estado de Sitio” no fue más que una correcta película sobre terroristas islámicos, pero para mí significa uno de los primeros recuerdos que guardo de aquella época en que el cine empezó a despertar en mi un interés mucho más allá del que de niño tuve, como todos, por la factoría Disney y por las películas de animación.

Recuerdo incluso el momento en que mi padre me dijo que “hoy veremos una de acción”, recién traída del videoclub, en aquella precoz época en que me dejaban ver películas algo más adultas. Había una escena en que los terroristas estuvieron a punto de volar un autobús repleto de niños, y que Denzel Washington salvó. Aunque lo cierto es que no he vuelto a ver “Estado de Sitio”, y en realidad tengo muy vago recuerdo de tal escena, y lo que son niños quizá eran adultos, y lo que un autobús quizá una furgoneta. Ya saben cuánto acostumbra la mente a exagerar emociones ancladas, y lo que lo que “Peter Pan” o “Aladín” o “El Rey León” fueron en mi niñez, fue “Estado de Sitio” a las puertas de la adolescencia. Algo parecido me ocurre con “Seven” y con Samuel L. Jackson. 

photo_1779.jpegRyan Reynolds deberá enfrentarse a alguien mucho peor que Denzel Washington.

Una lástima que tal honor lo guarde una película menor y no un “Padrino” o un “Gran Dictador”. El cine es caprichoso y, como todo en la vida, impredecible. Se preguntarán qué tendrá esto que ver sobre “El invitado” (Daniel Espinosa, 2012), la película que pretendía yo reseñar antes de divagar acerca de mis primeros pinitos como cinéfilo. Lo que tienen que ver ambas es un hombre, Denzel Washington, y una emoción: como aficionado al cine, estoy enamorado de Denzel Washington. Que no se interprete mal, válgame dios, pero este hombre (1954, nacido en Mount Vernon, dos Óscar, dos Globos de Oro) irradia en un servidor un curioso y mágico magnetismo, una atracción que sólo pudo nacer en aquella época que antes narré. Por ahí leí una vez que en la niñez y en la adolescencia es la época en que se fabrican nuestros mitos. Algo parecido me ocurre, como culé, cuando intento comparar a Ronaldinho con Messi, y el primero sigue evocándome un mayor sentimiento que el segundo, aunque la Pulga nos lo ha dado todo.

A donde quiero llegar es que la sola presencia de Denzel Washington en pantalla me hace calificar de siete sobre diez a la película que me disponga a visionar. A pesar de que no suelo puntuar las películas que reseño en Spoiler, hoy haré una excepción: al “El Invitado” le doy un siete, o lo que es lo mismo, que sólo Denzel Washington hace buena a esta película, lo que no quiere decir que ésta sea mala, sino todo lo contrario: encuentra gracias al protagonista afroamericano el camino por el que se convierte en una estupenda opción a una tarde de domingo palomitera. Ahora sí, tras divagar sobre la adolescencia, el cine y el Barça, reseño, a continuación, “El Invitado”. 

photo_7988.jpegFrío, calculador y despiadado, el de Tobin Frost es un papel que a Denzel Washington le sienta estupendamente bien.

Un invitado inesperado

Tobin Frost (Denzel Washington) es un despiadado ex agente de la CIA que sobrevive en el submundo del espionaje ilegal desde hace más de diez años, vendiendo información aquí y allá, apareciendo primero aquí y luego en la otra parte del mundo, con un nombre y una identidad diferente cada vez. Pero, sin previo aviso, Frost se entrega en el consulado norteamericano de Ciudad del Cabo (Suráfrica) ante el intento de asesinato que un misterioso grupo armado hace contra él. A Frost, manipulador y extremadamente inteligente, se lo llevan a uno de los pisos francos que la CIA tiene repartidos por todo el mundo, en la propia Ciudad del Cabo, custodiado por el agente novato Matt Weston (Ryan Reynolds). Mientras el único grupo que la CIA tiene en el sur de África intenta sacarle información a Frost, quienes intentaron capturar a éste irrumpen en el piso franco con la intención de capturarlo.

photo_4386.jpegMatt Weston, encargado del piso franco de Ciudad del Cabo, recibirá un incómodo e inesperado invitado.

A pesar de que todos los del grupo de la CIA mueren, Weston consigue huir con Frost sin ser vistos, tras lo que dará comienzo una extenuante persecución en donde Frost pondrá a prueba a Weston y le enseñará qué otra oscura cara guarda la CIA, y quién se encuentra detrás de su abandono del Centro de Inteligencia Americano diez años antes.

Una película que se disfrutará y se olvidará

“El Invitado” dispone de todos los ingredientes del clásico producto de espionaje y de acción, y los muestra sin demasiadas pretensiones. Daniel Espinosa dirige una película para mayor gloria de Denzel Washington, en una historia que todos saben se olvidará al poco tiempo de ser vista, pero que, aun así, se la toman muy en serio y, afortunadamente, eso se nota. El dúo protagonista actúa estupendamente bien y mientras que Reynolds se muestra convincente en sus emociones, en el agobio y en la extenuación que el desarrollo de los acontecimientos se producen, Washington aúna toda su experiencia para brindarnos un papel sobrio, contenido y despiadado, casi terrorífico. Este Tobin Frost sería un perfecto asesino en serie, un hombre frío y manipulador que me recuerda al que hiciese Tom Cruise en “Collateral” (2004), salvando las distancias entre ambos actores.

Todos los grandes actores deberían tener un gran papel de malo, y Washington ya lleva unos pocos, que le sientan fabulosamente bien: el de “Training Day” (2001), que le valió un Óscar, y, en menor medida, el de “American Gansters” (2007), como un duro mafioso de la droga. El papel de Tobin Frost se me antoja en el registro del actor como una mezcla entre el Alonzo Harris de “Training Day” y aquellos de sus películas menores de acción, “A Contrarreloj” (2003), “Plan Oculto” (2006), “Déjà Vu” (2006) y “Asalto al tren Pelham 123” (2009). Es decir, un buen papel de malo en una película de tiros, persecuciones y giros inesperados.

photo_9718.jpegVera Farmiga y Sam Shepard, como dirigentes de la Inteligencia Norteamericana, desesperados por encontrar a Frost y por desvelar quién se esconde detrás de la traición a la CIA.

“El invitado” es, en esencia, sólo esto. Una película de tantas sobre la CIA y sus misteriosas intrigas que encuentra un nivel aceptable que sin duda no alcanzaría sin Denzel Washington. Es una película de arranque potente, trepidante, de atmósfera densa y muy bien rodada. Las dos horas de metraje se pasarán volando y el final nos dejará sorprendidos. Qué más pedirle a una película sin ninguna otra pretensión que resultar efectista y que lucir con el poder y el magnetismo de su protagonista. Se olvidará, aunque quizá algún niño que hoy comienza a adentrarse en el mundo del cine vea “El Invitado” de la forma en que yo vi “Estado de Sitio”, y esta película, aunque relegada por la mayoría en un futuro, siga aún viva en su recuerdo. Ojalá ocurra. Ello nos indicará que la magia y el poder emocional del cine aún seguirán perdurando.  

photo_9477.jpegCartel de "El Invitado" (Daniel Espinosa, 2012)