Las flores de la guerra (2011)

Las flores de la guerra (2011)

Escrito por reyloren

La Segunda Guerra Mundial es, posiblemente, el acontecimiento histórico más recordado en la gran pantalla. Pero lo que muchos quizás desconocen es que, poco antes de la contienda, en el extremo oriental de Asia estalló otra guerra que se desarrollaría a la par del conflicto internacional. La Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-1945) comenzó con la invasión nipona de China y terminó con el lanzamiento de la bomba atómica, y en su transcurso las tropas japonesas perpetraron un genocidio que a día de hoy su nación aún niega. Se trata de la masacre de Nankín, entonces capital de la República de China, donde murieron alrededor de unas 300.000 personas, la mayoría civiles y de la manera más cruel imaginable.

Este suceso, que continúa siendo un escollo en las relaciones de Japón con sus países vecinos, se aborda en ‘Las flores de la guerra’ (2011), la película china más cara de su historia y última candidata nacional a los premios Óscar. Su enorme proyección internacional ha puesto de relieve uno de los episodios más deplorables del siglo XX y, sólo por eso, porque la humanidad necesita recordar los errores del pasado, el filme de Yimou Zhang merece la pena.

photo_9940.jpegUn grupo de estudiantes huyen de la masacre

‘Las flores de la guerra’ adapta la novela ‘Las 13 flores de Nankín’, de la escritora china Geling Yan, y cuenta la historia ficticia de tres decenas de mujeres y un norteamericano durante la masacre de Nankín. Que los personajes ni las tramas nunca existieron en la realidad queda claro al poco de empezar la película, ya que si el guión de Heng Liu destaca por algo, ese algo es su inverosimilitud.

El argumento es el siguiente: cuando las tropas japonesas han invadido Nankín, muchos de sus habitantes deciden huir de la ciudad pero no todos pueden, como por ejemplo, un grupo de estudiantes adolescentes de un convento católico. Cosas del azar, John Miller, un norteamericano que trabaja en una funeraria, acaba refugiándose con ellas en el edificio, así como un grupo de prostitutas que parecen ajenas al conflicto que sucede más allá de los muros del convento.

Sin embargo, las tropas japonesas les localizan, y a pesar de que el edificio está, supuestamente,  bajo protección internacional, sus inquilinos deberán urdir un complicado plan para sobrevivir. Pero el plan tiene un precio: no todos pueden escapar de la ciudad.

photo_8924.jpegChristian Bale es la figura heroica en quien los supervivientes se apoyan

Inverosímil

Como he dicho, la trama de ‘Las flores de la guerra’ resulta poco creíble, sobre todo en su tramo final. Para colmo, utiliza numerosos clichés del género histórico yanqui, como la presencia de un norteamericano en el papel de héroe protector (un claro recurso, por otra parte, para abrirse paso en el mercado anglosajón), un héroe que, además, se presenta en un primer momento como egoísta, borracho y pendenciero. Otros clichés son el romance que surge de una enemistad inicial, la valerosa acción del soldado chino o incluso la voz en off que guía el relato.

Por eso, aunque ‘Las flores de la guerra’ muestra sin contención la brutalidad y el dramatismo de la masacre, el mensaje pierde fuerza debido a una trama inverosímil, previsible y en ocasiones incluso ridícula (esa sesión de maquillaje final con fabricación de pelucas incluida).

Por otra parte, la dirección de Yimou Zhang, uno de los realizadores chinos más conocidos gracias a títulos como ‘Héroe’ (2002) o ‘La casa de las dagas voladoras’ (2004), acentúa la previsibilidad de la historia y llega a resultar un tanto agotadora con tanto movimiento de cámara y ángulo imposible.

En el lado positivo, la impecable factura técnica de la película con su sugerente fotografía, colorido y la belleza de decorados y vestuario aportan ese tinte de clásico que el filme más caro de la historia del cine chino necesita.

photo_7601.jpegChristian Bale en un cuidado plano de Yimou Zhang

Un descubrimiento

También son dignas de elogio las interpretaciones, sobre todo la de Li Li, una desconocida que seguramente veamos muy a menudo a partir de ahora. Desde el primer instante en que la cámara se fija en ella, cuando la joven está apoyada en el muro del convento encendiendo un cigarrillo como si lo que sucede a su alrededor no fuera con ella, el espectador de enamora de su personaje. Li Li es genuina seducción, inteligencia y ternura, todo ello combinado de manera acertada.

El otro protagonista de ‘Las flores de la guerra’ y principal reclamo del filme en el mercado occidental, Christian Bale, ejecuta una actuación convincente, sólo que su personaje resulta tan tópico y anodino que corre el peligro de perderse en el cajón de los papeles olvidados.

photo_9139.jpegLa seductora Li Li

El guión de Heng Liu presenta un tercer vértice protagonista, la niña Shu, quien, de hecho, guía la trama con su relato voz en off. Su presencia en el producto final, sin embargo, pasa muy desapercibida y el espectador no llega a conectar en ningún momento con su desventura.

En cuanto al resto, se trata de papeles breves, pero con el suficiente significado y dramatismo, sobre todo el joven George, para que los recordemos al menos durante un tiempo.

Sí y no

En definitiva, ‘Las flores de la guerra’ puede presumir de gran presupuesto y de haber representado a China en los Globos de Oro, no así en los Óscar, donde la selección de candidatas en filme extranjero rara vez se deja influir por las estrellas del reparto. Seguramente convence a los aficionados a la historia y a los seguidores de historias de supervivencia y agrada a espectadores que, como yo, jamás habían oído hablar de la masacre de Nankín.

Pero difícilmente puede enamorar a los quisquillosos que, también como yo, odian pensar ‘¡Venga ya!’ cuando se les presenta una historia tan supeditada a clichés e intereses comerciales.

photo_6080.jpegUna historia para recordar