En Navidad las parrillas de las televisiones se llenan de clásicos: el sorteo del Gordo, el discurso del Rey y películas como 'Qué bello es vivir' (It's a wonderful life). El filme de Frank Capra es uno de los títulos imprescindibles de las vacaciones navideñas, nunca falta. Desde su estreno en 1946 ha hecho llorar y reír a millones de personas en todo el mundo y su mensaje parece, estos días, más actual que nunca.
'Que bello es vivir' adapta un cuento de Phili van Doren Stern para contar cómo la noche del 24 de diciembre George Bailey recibe la visita de un ángel que le muestra cómo sería el mundo si él no hubiera nacido. Lo hace para salvarle la vida, ya que Bailey está a punto de suicidarse porque cree que sus seres queridos estarían mejor sin él. Pero, como no puede ser de otra manera, la visión de Clarence, el ángel que acude en su auxilio, le hace ver que estaba equivocado.
Este fotograma de 'Qué bello es vivir' también ha pasado la historia
Parte de la cultura popular
La idea de ver cómo sería el mundo si uno nunca hubiera nacido es un concepto repetido en el cine y sobre todo en la televisión a lo largo de varias décadas, casi siempre en episodios especiales emitidos durante la Navidad. La moraleja es que uno comprenda la influencia que su mera existencia tiene en otras personas y eche de menos su vida, por muy mísera que le parezca. Que este recurso siga utilizándose hoy en día deja bien claro el impacto que la película de Frank Capra ha tenido en la cultura popular.
En el plano artístico, su tónica optimista y el buen hacer de James Stewart en la piel de George Bailey enamoran con facilidad, mientras que el mensaje de 'aprende a valorar tu vida' no envejece. Pero el hecho de que 'Qué bello es vivir' siga recordándose tan vívidamente como hace casi 70 años se debe también a la pérdida de los derechos de copyright en la década de los 70 que motivó que la pelicula pasara a dominio público y las televisiones la emitieran sin descanso.
Bailey (James Stewart) escucha atónito las explicaciones de Clarence (Henry Travers)
Una historia apasionante
Lo cierto es que, por muchas veces que uno vea el filme de Frank Capra, resulta difícil aburrirse. La historia de George Bailey, que San José le cuenta al ángel Clarence antes de que baje a la Tierra para ponerle en antecedentes, es en cierta manera apasionante. De un simple vistazo uno puede opinar lo contrario, ya que Bailey es un hombre de negocios, casado y con hijos, que nunca ha salido de su ciudad natal y trabaja en la empresa familiar. Es decir, no ha visto mundo. Pero eso sólo son las apariencias.
Porque en realidad George Bailey ha librado una auténtica batalla en su ciudad, Bedford Falls, contra el poderoso Mr Potter, la depresión económica, la guerra y contra la mala fortuna que le ha acompañado en los momentos decisivos de su existencia. Esa mala fortuna que, de no haber sido por él, hubiera tenido efectos desastrosos.
George Bailey lleva una empresa que presta dinero a los ciudadanos de Bedford Falls
La vida de George Bailey es apasionante y el actor James Stewart borda un personaje con el que empatizamos y de quien es imposible no encariñarse. Stewart llegó a confesar que Bailey era su preferido de todos los personajes que interpretó en más de medio siglo de carrera. Del mismo modo que el director Frank Capra aseguró que 'Qué bello es vivir' era el trabajo del que más orgulloso se sentía.
Un clásico, también del cine
La película recibió 5 nominaciones a los Premios Óscar pero no ganó ninguno. Hecho que no importa demasiado si tenemos en cuenta que sí conquistó el corazón de los telespectadores. Además, son muchos los listados que incluyen 'Qué bello es vivir' entre las mejores cintas de la historia, incluido el ranking del prestigioso American Film Institute.
Donna Reed es Mary, la mujer de George Bailey
El filme tiene sus fallos propios de la época (no hay que olvidar que se rodó hace casi 70 años) pero el desarrollo de la historia de George Bailey y la huella que deja en Bedford Falls es impecable. Quizás la entrada en escena de Clarence llega muy tarde y la realidad alternativa a la que se enfrenta el protagonista aparece y desaparece tan rápido que no nos da tiempo a deleitarnos en ella, pero el conjunto es muy recomendable.
Como decía al principio, 'Qué bello es vivir' es un clásico de la programación navideña que está más de actualidad que nunca. En la película, George Bailey decide suicidarse porque su empresa se va a la ruina y probablemente él termine en la cárcel. Pero la necesidad de volver a abrazar a los suyos, así como la certeza de que sus acciones han hecho de su ciudad un lugar mejor, son más fuertes y se imponen a los miedos. Y cuando todo parecía perdido ocurre el milagro: la gente a la que había ayudado le devuelve el favor y sale en su auxilio.
Lionel Barrymore es Mr Potter, el villano de la historia
Píldora de optimismo
En otras palabras, 'Qué bello es vivir' nos anima a no perder la esperanza. A seguir luchando hasta el final porque nunca se sabe. Y porque las buenas acciones acaban retornando. La película de Capra también nos anima a sentirnos valiosos, queridos. A amar a los nuestros porque la vida es breve. Y a perseguir nuestros sueños pero sin miedo a no conseguirlos. Porque, a veces, aquello que nos hace realmente felices no es lo que está en nuestras cabezas sino lo que tenemos alrededor.
'Qué bello es vivir' es una píldora de optimismo, aunque venga disfrazada de drama navideño. Y con tanto buen rollo, sonrisas y lágrimas a pares, imágenes en blanco y negro, nieve, campanas y algún villancico, no se me ocurre mejor recomendación para estas Navidades.
'Qué bello es vivir' lo dice todo en el título