Las terceras partes de las trilogías -en realidad, el capítulo final de cualquier saga- tienen algo especial que las hace más apetecibles. Son la conclusión de la historia, el clímax de la acción, la oportunidad de recordar a todos los personajes que han formado parte de la trama, el punto y final donde se desborda la épica. Por eso, cuando el cuerpo te pide ver una saga determinada tiendes a elegir el último capítulo; sabes que ofrecerá un poco de todo y te dará todas las respuestas. Sin embargo, esa parte final no siempre es la mejor. Sucede, por ejemplo, con 'El retorno del Jedi' -o, si insistís, 'La guerra de las galaxias: Episodio VI - El retorno del Jedi ' (1983, Richard Marquand)-. El desenlace de la trilogía de ciencia-ficción más famosa e influyente de todos los tiempos es una película entretenida con muchos escenarios diferentes y revelaciones sorprendentes, pero sabe a poco después de la gran 'El Imperio contraataca' -la secuela perfecta-.
La resistencia sigue prestando batalla al Imperio
Para ser sinceros, 'El retorno del Jedi' resulta hasta decepcionante. Al menos así ha sido en mi caso. A principios de junio me dispuse a recuperar la trilogía concebida por George Lucas para averiguar por qué había suscitado -y sigue suscitando- tanto interés. Y lo hice sin recordar los detalles de la trama -salvo los mundialmente conocidos- y con la sospecha de que no haber visto completo alguno de los capítulos -exactamente 'El Imperio contraataca'-. Y a medida que avanzaba en la historia descubría que más me gustaba. Percibía que los personajes me iban conquistando y la guerra contra el Imperio me atrapaba. Por eso, cuando llegué a la tercera y última entrega, la que, irónicamente, más rememoraba de mis domingos frente al televisor siendo adolescente, no pude evitar sentir cierto bajón.
Porque, de repente, con 'El retorno del Jedi' la historia pierde músculo, los diálogos dejan de ser memorables y los personajes diluyen su esencia en un sinfín de escenas de acción. En otras palabras, lo que hacía brillante a 'El Imperio contraataca' no aparece por ningún sitio en este capítulo VI.
La secuencia más recordada de 'El retorno del Jedi' es la que transcurre en la guarida de Jabba el Hutt
Pudo ser mejor
Y, sin embargo, los ingredientes para cocinar un final digno de la trilogía están ahí. En 'El retorno del Jedi' por fin visitamos la guarida de Jabba el Hutt, uno de los antagonistas más temidos de la historia; conocemos quién es ese 'otro' al que se refieren Yoda y Obi Wan cuando hablan de la Fuerza; descubrimos una nueva Estrella de la Muerte; y presenciamos el primer encuentro entre el héroe, Luke Skywalker, y el gran villano, el emperador Palpatine. Y eso sin mencionar que Luke y Darth Vader vuelven a cruzar sus caminos, esta vez con el conocimiento de cuál es el lazo que les une.
El emperador Palpatine es el malo malísimo del universo Lucas
Pero pese a tener los elementos precisos, la película los desarrolla de manera apresurada y torpe. Esa es mi sensación, sensación, insisto, que puede estar condicionada por lo mucho que me gustó 'El Imperio contraataca' y las expectativas, por tanto, que había puesto en este tercer filme.
Chewbacca, Han Solo y Luke Skywalker, de nuevo ante el peligro
Voy a ser más concreta (algo que los fans de la saga que estéis leyendo seguro que agradeceréis), y lo voy a ser con ejemplos. ¿Recordáis la química entre Han Solo y Leia en el capítulo V? Bien, pues en 'El retorno del Jedi' no queda ni rastro. De hecho, el atuendo de Leia en la guarida de Jabba el Hutt siempre ha causado mucho revuelo y Han Solo no le dedica ni una mirada en la película. Además, toda la secuencia con Jabba parece un gran desaprovechamiento de personajes -Boba Fett- y recursos. Eso sí, el escenario -ese desierto con monstruo gigante- es perfecto para una buena historia de aventuras.
Por otro lado, la Fuerza del Jedi no llega a protagonizar ningún gran momento para que todos comprendamos cuál es, realmente, su alcance; y el encuentro entre Luke, su padre y el emperador rompe el ritmo de una trama que hasta ese momento era frenética.
Una estampa familiar
Para ver en familia
Pero mi intención, no me malinterpretéis, no pasa por exponer el compendio de errores que, a mi juicio, presenta 'El retorno del Jedi'. No, simplemente quiero dejar claro que esperaba más del final de la trilogía. Pero que mis expectativas no se hayan visto cumplidas no significa que el filme de Richard Marquand sea una mala película.
Tiene acción, aventura, romance, drama... Salta de escenario en escenario y de villano en villano para mantener la tensión. Es una cinta para ver en familia -ese tono familiar es la razón, quizás, de que fuera el capítulo de la saga que más recordaba- y una entretenida película de ciencia-ficción que acentúa la necesidad de explorar el pasado del gran personaje del universo de Lucas, que no es otro que Anakin Skywalker / Darth Vader.
También está plagada de curiosidades, como el hecho de que ninguno de los dos actores que hasta los últimos minutos habían dado vida a Darth Vader le puso rostro cuando el personaje por fin se desprendió de la máscara; o que el sensual vestido de Leia en la guarida de Jabba se deba, precisamente, a las quejas de la actriz de que nunca enseñaba sus curvas; o que la película primero iba a llamarse 'Venganza del Jedi' pero los productores cambiaron el título porque, en teoría, los caballeros Jedi no deberían buscar venganza.
Tres actores dieron vida a Darth Vader en la trilogía original, pero su fantasma lleva desde hace una década el rostro de un cuarto: Hayden Christensen, que le interpretó en la segunda trilogía
Todo a punto
Y así, con el regusto de una amena tarde de aventuras pero la decepción de las expectativas no satisfechas, me despido de la galaxia muy, muy lejana hasta el 18 de diciembre. Ha sido un viaje interesante de algo más de 6 horas, con el que he recorrido planetas, conocido todo tipo de criaturas y aprendido un poco de la cultura que millones de enamorados de esa galaxia atesoran´con celo. Y ese 18 de diciembre podré sentarme a ver el capítulo VII con los conocimientos previos necesarios para disfrutarlo al máximo, que era, al fin y al cabo, el motivo de toda esta revisión.
Que la Fuerza nos acompañe.
