Gattaca nos cuenta la historia de un joven que se encuentra a punto de realizar el primer vuelo tripulado de la humanidad a Titán, el satélite mayor de Saturno. Una narración acerca de la superación personal y los prejuicios sociales que pueden aparecer dentro de un futuro no muy lejano.
Gattaca es una película muy importante a nivel personal, una historia que marcó fuertemente mi carácter durante la adolescencia y que entre otras muchas cuestiones nos enseña a perseverar, a levantarnos cuando nos encontramos de algunas manera repudiados por el mundo. Es duro sentir el menosprecio de tus padres en algunos momentos, sin embargo, la única persona a quien debes demostrar tu valía es a ti mismo. ¿Cómo resumir una película tan extraordinaria en unos breves párrafos? No es posible, debes verla.
Implicaciones éticas
La historia de las sociedades humanas abarca muchas luchas por la conquista de las libertades individuales, a lo largo de la misma hemos visto múltiples situaciones de discriminación, unas veces por raza, otras por género y otras por tendencia sexual. Nuestra conciencia ha ido evolucionando para superar todas esas diferencias. Sin embargo en la película se plantea una nueva forma de selección, el Genoísmo, la discriminación genética, podemos afirmar que una parte importante de nuestra biología está determinada por nuestros genes, llevando esta premisa a un punto extremo, las grandes corporaciones podrían desechar a los candidatos biológicamente menos válidos por razones de inversión. El motivo es una mera cuestión económica, ya que posee una mayor rentabilidad el hecho de entrenar o formar a personas cuyas expectativas de vida sean más elevadas, de esta manera, los individuos con deficiencias genéticas que los hacen proclives a fallos cardíacos o a enfermedades como el cáncer por poner dos ejemplos serían relegados a trabajos menores sin importancia, estaríamos hablando del escalón más bajo de la nueva sociedad.
Para evitar la discriminación de su descendencia, los adultos en la sociedad ficticia de Gattaca recurren a la eugenesia, concibiendo mediante métodos artificiales para obtener un individuo exclusivamente con las mejores características de los progenitores.
Vincent Freeman
La película gira en torno a la vida de Vincent Freeman (Ethan Hawke), un niño concebido mediante el método tradicional que sufre la discriminación que corresponde a su genética imperfecta. La sociedad le cierra tantas puertas que sus padres llegan a considerarlo un lisiado.
Solían decir que un niño concebido por amor tenía una mayor probabilidad de ser feliz.
Toda la vida de Vincent queda marcada por aquellas cosas que no puede hacer
Al contemplar el rechazo de la sociedad, los padres de Vincent deciden tener otro hijo, esta vez resultado de concepción artificial. Así fue como Anton (Loren Dean) llegó al mundo, un hijo al que el padre si consideró digno de llevar su nombre. Ambos hermanos crecieron juntos y su juego preferido siempre fue 'el gallina', que consistía en nadar tan lejos como pudieran de la costa, siempre ganaba el menor. Sin embargo, un día Anton no fue tan fuerte ni Vincent fue tan débil, necesitando el hermano menor ayuda para regresar a la costa, ese mismo día Vincent abandonó la casa de sus padres en busca de un futuro.
Antes de partir, Vincent elimina su foto al fondo de un retrato familiar, su hermano Anton, al centro del mismo y entre sus padres, es un fiel reflejo del orgullo que sentían estos por él.
Vincent tras vagar por algún tiempo consigue un puesto como limpiador en una empresa que realiza viajes interplanetarios. Las personas de su estatus genéticos representaban el escalón más bajo de la sociedad siendo relegados a trabajos menores y de baja importancia. El joven solía ver los despeques de las naves como si fueran estrellas fugaces.
Jamás fui tan consciente de lo lejos que me encontraba de mi meta como cuando estuve tan cerca de ella
Jerome Morrow, el escalón prestado
Dentro de esta realidad hay cierto número de personas que han encontrado la manera de evitar la discriminación genética. Dicho método consiste en suplantar la identidad de otro individuo perteneciente a un escalón superior. A través de un traficante de identidades Vincent conoce a Jerome Eugene Morrow (Jude Law), un deportista de élite extranjero caído en desgracia. Asumiendo su nueva caracterización, a Vincent le resulta tremendamente fácil acceder al puesto de sus sueños, convirtiéndose en el mejor piloto de la compañía, cuyos resultados rayan la perfección.
Jerome Morrow hablando acerca de sus logros como deportista de élite.
Con su verdadera identidad jamás le hubieran permitido participar de este trabajo, ya que la posibilidad de fallo cardíaco u otra dolencia inherente a su bajo perfil genético hubiera resultado una mala inversión para una compañía que desea amortizar el adiestramiento de sus pilotos el mayor número de vuelos posible.
Irene, el amor en una sociedad discriminatoria
Durante el desarrollo de la película, este punto se trata magistralmente. Irene Cassini (Uma Thurman) es una compañera de trabajo de Vincent, aunque posee un perfil genético alto tiene algunos defectos que le imposibilitan el vuelo. Acostumbrada a calibrar los defectos de los demás se siente atraída por Vincent y decide secuenciar su genoma para estar segura de que es la persona adecuada, afortunadamente para él, Irene realiza esta secuenciación sobre los restos que Vincent suele dejar a propósito para dar veracidad a su identidad prestada.
El personaje de Irene evoluciona a lo largo de toda la película, retractándose de sus creencias discriminatorias. Sin embargo, hay un hecho que supone para ella un punto de inflexión, tras confesarle a Vincent que ha secuenciado su genoma le ofrece un pelo para que él pueda echar un vistazo a su perfil genético -"Toma, cógelo, si sigues interesado, llámame", él lo desprecia -"lo siento, se lo ha llevado el viento" y ambos siguen paseando. Mediante esta acción él le demuestra que no le importa lo que diga un miserable papel, quien le importa es ella.
En otro momento bastante avanzado de la película se descubre la verdadera identidad de Vincent, Irene debe pasar una prueba de amor, ha descubierto a un ser humano excepcional muy distinto al que indican sus genes verdaderos, que además no la juzga por su genotipo. Entonces el dilema se plantea de nuevo cuando Vincent le ofrece un pelo de su cabeza diciendo -"Toma, cógelo, si sigues interesada, llámame", ella realiza un guiño al contestarle -"lo siento, se lo ha llevado el viento".
Si bien todos los personajes progresan a lo largo de la película, especialmente Irene, Vincent también evoluciona de manera interesante. Se trata de alguien que reniega de su pasado y cuyo único fin es conseguir su meta, eliminar las barreras que la sociedad le impone, sin embargo, al enamorarse de su compañera de trabajo, se da cuenta de que quizá está renunciando a más cosas de las le gustaría, - "Un año es mucho tiempo", ella le consuela -"No, no tanto, solo es una vuelta alrededor del Sol".
La controversia de las predicciones genéticas
La realización del viaje a la luna Titán se encuentra en suspense debido a la oposición de un importante miembro de la compañía. Esta oposición queda eliminada con el asesinato de esta persona. La policía acordona el lugar del crimen en busca de pruebas, encontrando una pestaña original de Vincent, lo que le sitúa como principal sospechoso del crimen, por dos motivos principalmente, el primero es que él no pertenece a dicho lugar, el segundo es que su perfil genético lo cataloga con cierta predisposición a la violencia y un psicópata en potencia.
Cuando determinadas pruebas apuntan al director de la misión como posible sospechoso, la frase -"Puede revisar de nuevo mi perfil, no encontrará el más mínimo atisbo de violencia en mí." parecen ser suficiente coartada para los investigadores.
El acoso policial a Vincent pone en peligro la misión, lo cual provoca que el director Josef (Gore Vidal) reconozca su crimen. Una magistral lección acerca de los prejuicios de una sociedad enferma, aquel cuyo perfil genético le situaba lejos de ser capaz de ejercer la violencia resulta ser el autor de un crimen, y Vincent, acusado por el mero hecho de poseer un perfil genético mucho más bajo es inocente.
Lamar, el médico de la misión
Lamar es un personaje que está muy presente a lo largo de la historia con una relevancia cada vez mayor. Transcurridos los primeros minutos de la película se nos muestra haciendo un test de orina a Vincent, durante el cual comenta -"Por cierto, ¿te he hablado alguna vez de mi hijo? Recuérdame que lo haga algún día.". Parecen tener cierta confianza.
Existen ciertas sospechas de que puede ser el padre de Vincent años después. Analicemos esta afirmación:
- Lamar siempre está tratando de hablar acerca de su hijo, con el único que parece querer hacerlo es con Vincent.
- Cuando el viaje a Titán está a punto de producirse, un test imprevisto sorprende a Vincent, para el cual no va preparado sabiendo inmediatamente que su farsa terminará allí. Sin embargo, Lamar parece conocer su verdadera identidad desde hace algún tiempo y da continuidad a su secreto. Mientras se producen estos hecho, su discurso es el siguiente: -"Nunca te he llegado a hablar de mi hijo, ¿verdad? Desea entrar aquí. Desgraciadamente no es todo lo que nos prometieron, pero claro, ¿Quién sabe lo que podría hacer?". El hijo de Lamar desea entrar en Gattaca, al igual que Vincent cuando vivía en casa de sus padres, y este no es todo lo que les prometieron, recordemos, aunque no es una promesa formal, que un hijo concebido mediante el método natural tenía muchas más posibilidades de ser feliz.
- Finalmente llama a Vincent por su verdadero nombre -"Perderás tu vuelo, Vincent.". Igualmente es posible que lo leyese en la ficha verdadera que acaba de ver.
- Antonio Freeman (Elias Koteas), padre de Vincent y Anton, y Lamar tienen un color de ojos distinto, aunque su fisionomía es similar. Ambos papeles se interpretan por actores distintos, pero puede ser una extravagancia del director, ya que si no, posiblemente sería demasiado obvio. Si observamos, las diferentes etapas de la vida adulta de Vincent (Mason Gamble, Chad Christ y Ethan Hawke) y Anton (Vincent Nielson, William Lee Scott, Loren Dean) están representadas también por diferentes actores, es posible que el director no confíe del todo en el maquillaje para representar un cambio de edad, lo cual me parece muy loable. Respecto al color de los ojos, hasta Vincent usa lentillas para modificar esta característica.
- Anton Freeman, confiesa a su compañero de trabajo haber investigado la familia del sospechoso, su hermano Vincent, y este no posee ningún pariente vivo. Desde mi punto de vista se trata de una treta para encubrir su parentesco con el sospechoso y no es necesariamente cierto. Sin embargo, al batirse finalmente con Vincent en la playa, Anton le cuenta que sus padres murieron pensando que habían vivido más que él, esta frase parece ser la única capaz de tirar por tierra la posibilidad de que Lamar fuera el padre de Vincent.
- Puede que simplemente Lamar tenga un hijo en situación similar a la de Vincent y desee combatir la discriminación genética mediante los logros de alguien de bajo perfil genético. Algunos especulan que su hijo puede ser incluso el propio Eugene, pero si bien este es un gran admirador de Vincent, no posee ningún tipo de interés por entrar en Gattaca.
Curiosidades
- El nombre de Gattaca está formado únicamente por las letras que representan las bases del genoma: Adenina(A), Guanina (G), Citosina (C) y Timina (T)
- El apellido de Irene es Cassini, el mismo que el de una misión espacial no tripulada cuyo objetivo era estudiar el planeta Saturno y sus lunas, y que partió de la tierra el 15 de octubre de 1997, el mismo año en que se estrenó la película.
- El segundo nombre de Jerome Morrow es Eugene, haciendo alusión a la Eugenesia, actividad que persigue la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención.
- La escalera que Eugene debe subir a pulso en el último tramo de la película tiene forma helicoidal, esto no es casualidad, representa la lucha contra el determinismo genético.
Conclusión final
Nuestros genes nos pueden proporcionar ciertas ventajas a la hora de desempeñar determinadas actividades, pero la constancia y el esfuerzo es un factor mucho más determinante. Además, la élite de la sociedad ficticia de Gattaca es conformista, no se esfuerza por superar sus límites, y esto es bastante más dañino para el desarrollo de la propia sociedad que el hecho de contar con individuos con determinadas deficiencias.
Cuando Anton se bate por segunda vez con Vincent y es rescatado de nuevo, le pregunta a su hermano, que es alguien con un perfil genético muy inferior, por el secreto que le permite superarle. Este le contesta -"Jamás me reservé nada para la vuelta,", esto nos enseña que debemos dar nuestro 100% siempre.
Vincent se enamora de Irene, hecho que le confunde porque ha dedicado toda su vida a escapar de este planeta, lejos de esta sociedad que lo menosprecia, sin embargo, cuando está más cerca de conseguir su objetivo es cuando encuentra una razón para quedarse. Supongo que lo que podemos aprender de esto es que siempre hay sitio para la esperanza.
El guión de la película es una obra maestra punto por punto. Todos los diálogos están perfectamente estudiados y nos descubren determinados aspectos de la trama o de los personajes de una manera magistral. No hay escenas de relleno, cada una de las secuencias posee un objetivo definido.
Para ser alguien que nunca estuvo hecho a la medida de este mundo, debo confesar que me está resultando difícil abandonarlo, claro, que dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella. Quizá no me estoy marchando, quizá esté yendo a casa.