'Sólo son flores', reza el subtítulo de 'Loreak' (2014), el largometraje rodado en euskera por Jose Mari Goenaga y Jon Garaño que (muy dignamente) representa a España en la pugna por obtener una nominación a mejor película de habla no inglesa en la próxima edición de los Oscar. Y, sin embargo, esas flores tienen un efecto tan desestabilizador en la vida de los personajes que cuesta admitir que, efectivamente, sólo sean flores.
'Loreak' significa en euskera 'flores', como no podía ser de otra manera. Este elemento está muy presente en toda la película, desde el plano inicial hasta el que cierra la trama. Pero el filme, que es una de las sorpresas de la producción española del último año, habla de mucho más. El trabajo de Goenaga y Garaño propone una profunda reflexión sobre la desolación que llega tras la muerte de un ser querido, sobre el recuerdo de quienes ya no están, también sobre el romance y los secretos que no son compartidos.
Flores que recuerdan a quienes ya no están
Tres mujeres
El filme se centra en tres mujeres: Ane (Nagore Aranburu), a quien la menopausia le ha llegado demasiado pronto y sin hijos; Lourdes (Itziar Ituño), una mujer casada que no cumple con las expectativas de su suegra; y Tere (Itziar Aizpuru), la suegra que intenta adaptarse a la forma de vida de su hijo, alejada de la tradición que a ella le gustaría. Las tres verán cómo la presencia de unos aparentemente inofensivos ramos de flores complica su existencia y provoca que sus caminos se crucen en un momento fundamental de su existencia.
Para cada una de estas mujeres los bonitos ramos de flores de 'Loreak' guardan significados distintos. Para Ane representan la esperanza; a Lourdes le hablan de una vida que ya nunca podrá retomar; y para Tere son la prueba que necesitan los muertos para demostrar que siguen viviendo en el recuerdo de sus seres queridos.
Pero para todas simbolizan la añoranza y la necesidad que tenemos de querer y sentirnos queridos.
Itziar Ituño interpreta a Lourdes, casada con Beñat, hijo de Tere
Un rompecabezas delicado
'Loreak' es un drama sencillo, intimista, delicado, con una excelente fotografía y planos perfectamente estudiados, donde las palabras directas ceden espacio a las miradas cargadas de significado y donde la trama fluye a través de un montaje inteligente que tiene un poco de rompecabezas. Pese a narrar cómo tres mujeres hacen frente a la pérdida repentina y a la soledad, la película se acerca más al thriller que al melodrama al uso, gracias a esos primeros ramos de flores de remitente anónimo que suscitan demasiadas preguntas sin que ninguna posible respuesta resulte del todo inocua. Y ahí es donde empieza a apreciarse la ironía del hecho de que 'sólo son flores'.
No quiero desvelar nada más del argumento porque parte de la fuerza de 'Loreak' radica en ese rompecabezas que poco a poco se va armando y que sólo seguirá siendo un misterio si el espectador desconoce qué, quién y cuándo. Únicamente añadiré que el filme en euskera es uno de esos largometrajes sencillos en su forma pero complejos en su contenido que produce un perdurable efecto conmovedor en quien lo ve.
Hay voces que aseguran que en 'Loreak' no ocurre nada (producto, quizás, de la falta de costumbre al cine pausado), pero lo cierto es que la vida no deja de girar en el intenso argumento elaborado por Goenaga, Garaño y Aitor Arregi.
Las flores, obviamente, tienen una presencia destacada en la película
Pocas palabras y buena música
'Loreak' recuerda un poco al modelo de cine europeo que muchos tenemos en la mente, esto es, con pocos diálogos, la cámara que se detiene en los rostros de los personajes el tiempo suficiente como para hacernos sentir incómodos y escasa música. Y, sin embargo, la banda sonora de Pascal Gaigne es una maravilla que hace la película aún más conmovedora y que el año pasado obtuvo una merecida nominación a los premios Goya de 2015.
El filme de Goenaga y Garaño puede presumir de ser el primer largometraje rodado íntegramente en euskera que fue candidato al premio a la mejor película que otorga la Academia de Cine (película y música original fueron sus únicas nominaciones). Y también la primera cinta en euskera que es preseleccionada para competir en los Oscar de Hollywood (aunque a priori tiene pocas posibilidades de quedar entre las finalistas). Asimismo, logró el Premio Feroz (el que desde hace dos años entrega la prensa especializada en España) a la mejor actriz secundaria para Itziar Aizpuru (injustamente olvidada en los Goya) y el aplauso en los festivales de San Sebastián y Londres, además de varios reconocimientos más.
Itziar Aizpuru, al igual que sus compañeras de reparto (el casting es otro de los aciertos del filme), conmueve con esa acertada dualidad de sencillez y complejidad que muestran los personajes. Personajes cercanos con los que resulta muy fácil conectar.
Itziar Aizpuru es Tere, un personaje que seguramente nos recuerde a nuestras madres o abuelas
Miedo a olvidar
'Sólo son flores', reza el subtítulo de 'Loreak', aunque la frase más contundente que escuchamos en la película y que mejor define el sentimiento del filme es: "las personas no mueren mientras no las olviden". Tan sencillo, tan cierto, tan trascendental.
'Loreak' es una película que ha hecho historia en el cine rodado en euskera y también en la Academia, pero sobre todo es un bonito y tranquilo relato de vidas entrelazadas que deja huella en quien lo ve. Entiendo que las películas pausadas no son del gusto de la mayoría y que ver un largometraje en un idioma tan impenetrable (para quien lo desconoce) como es el euskera supone una tarea ardua, pero el trabajo de Goenaga y Garaño merece una oportunidad. Primero, una oportunidad y, luego, un aplauso.
Qué difícil es olvidar