Dolores del Rio

Dolores del río fue la primera estrella de cine mexicana con atractivo internacional y tuvo una carrera meteórica en el Hollywood de los años veinte (un logro extraordinario para un hispano femenina en esos años). Venía de una familia aristocrática en Durango. En la revolución mexicana de 1916, sin embargo, la familia perdió todo lo que tenían y emigraron a la ciudad de México, donde Dolores se convirtió en una sociedad. En 1921 se casó con Jaime Del Río (también conocido como Jaime Martínez Del Río), un acaudalado mexicano, y los dos se hicieron amigos con Hollywood productor/director Edwin Carewe. De una manera un poco ortodoxa, durante esos años, la pareja se mudó a Hollywood donde esperaban para iniciar carrera en el cine (ella como actriz, él como guionista). Eventualmente se encontraban divorciados tras Dolores hizo su primera película, La muñequita millonaria (1925). La película fue un éxito y Dolores fue aclamada como una mujer Rudolph Valentino. Su carrera se levantó hasta la llegada del sonido en 1928. Después de una serie de películas olvidables, se casó con Cedric Gibbons, el director de arte bien conocido y la producción designer en MGM studios. Dolores regresó a México en 1942. Su carrera en Hollywood fue terminado y un romance con Orson Welles, quién más tarde la llamó 'la mujer más apasionante que he conocido--' causó su segundo divorcio. Director mexicano Emilio Fernández le ofreció el plomo en su película L'ouragan (1943), con un resultado totalmente inesperado: a los 37 años, Dolores Del Río se convirtió en la estrella de cine más famosa en su país, filmando en español por primera vez. Su asociación con Fernández' equipo (Director de fotografía Gabriel Figueroa, escritor Mauricio Magdaleno y actor Pedro Armendáriz) era principalmente responsable de crear lo que se ha llamado la Era Dorada del cine mexicano. Con estas fotos como María Candelaria (1944), Les abandonnées (1945) y bugambillas (1945), Del Río se convirtió en el prototipo belleza Mexicana en el extranjero. Su carrera incluye cine, teatro y televisión. En sus últimos años recibió elogios por su trabajo para los niños huérfanos. Su última película fue Los hijos de Sánchez (1978).