James Murray

A veces la temprana muerte trágica de un actor de Hollywood puede llevar a la inmortalidad, como en los casos de iconos de James Dean y Marilyn Monroe--y, en medida algo menor, pequeño Bobby Driscoll, quien murió un vago de Skid Row en las calles, una víctima de la adicción a las drogas. No tan actor James Murray, cuya muerte se produjo de manera similar a Driscoll. Olvidada, el joven y altamente inseguro Murray fue arrancado de la oscuridad y dado la oportunidad de su vida, sólo a desmoronarse tan rápidamente. Nació en el Bronx, NY, en 1901. Después de aparecer en los peregrinos (1924), un tres-devanadera hecha en la Universidad de Yale en 1923 en el que interpretó a John Alden, él recorrió 3000 millas a Hollywood para perseguir ese sueño esquivo de Hollywood. En el oeste de la carretera, vivió una existencia simple, más bien nómada como un jinete del lavaplatos, carbón-pato cuchara y furgón. Comenzó como la mayoría en los Angeles--tomando papeles y trabajo extra, esperando esa gran oportunidad. Director King Vidor buscaba para lanzar al héroe sombrío de su próxima película silenciosa, Y el mundo marcha (1928). Vio a Murray, quien trabajaba como extra en la MGM, cerca de la oficina de fundición studio y organizó una reunión con él. Murray no apareció, no tomando en serio el director o no creyendo que Vidor era, de hecho, King Vidor. Murray fue cazado, dado una prueba y el actor novato fue contratado en el acto, considerado por tanto Vidor y MGM ejecutivo Irving Thalberg como uno de los mejores actores naturales nunca habían tenido la suerte de encontrar. Como John Sims, una clase diaria común de hombre de familia tratando de sobrevivir al juego de la vida, Murray era terriblemente real y desgarrador, llevando el papel sumamente exigente sin problemas. Así que se invirtió en la parte que muchos sienten que nunca movió al personaje deprimente. La película fue juzgada demasiado pesada y crudo para audiencias escapar, pero los críticos estaban enamorados de la película y, sobre todo de Murray, y hoy se considera una gran obra maestra. Murray logró entregar trabajo sólido en los próximos años, nunca que empareja su excelencia en 'The Crowd' pero ciertamente convirtiendo en actuaciones creíbles. Películas como Los antros del crimen (1928) con Lon Chaney, Thunder (1929)--también con Chaney--El testaferro (1929), madre de bachiller (1932) y Gloria y hambre (1933) le sirvieron bien. Demasiado demasiado pronto, tal vez, porque él estaba preparado para manejar las presiones diarias del estrellato y sus demonios internos rápidamente asumieron el control. Se dirigió a la botella para consuelo y liberación. Por los años 30 era un alcohólico crónico que apenas podría sostener un trabajo de actuación. Se convirtió en un abandonado, viviendo en las calles y pidiendo el cambio. Por coincidencia, trató de panhandle Vidor en 1934, quien le ofreció que un trabajo de actuación en su próxima película, El pan nuestro de cada día (1934), pero el actor vehementemente se negó a aceptar cualquier caridad. En 1936 cuerpo de Murray fue sacado del río Hudson, haber ahogado después o saltando, caídas de--o ser arrojado fuera--de un muelle. Tenía sólo 35. Vidor era tan atormentado por la muerte trágica de Murray proporcionó la base para un guión que escribió que esperaba que el director se convertiría en una película llamada 'The Actor' en 1979. Desafortunadamente, el proyecto nunca llegó a despegar.