John Gilbert

John Gilbert nació en una familia del mundo del espectáculo - su padre era un cómic con la compañía de Pringle. Por 1915 John era un extra con la compañía de Thomas H. Ince y reproductor de plomo en 1917. En esos días era asistente del director, actor o guionista. También intentó su mano en dirigir. Antes de 1919 es ser notado en películas y conseguir mejores papeles. En 1921 él firmó un contrato de tres años con las películas de Fox. Su popularidad siguió a elevarse y se fue convirtiendo de villano al protagonista. En 1924 firmó con MGM que ponerlo en hijo heure (1924). En 1925 apareció en el muy acertado El gran desfile (1925) y era, por ahora, tan popular como Rudolph Valentino. Lillian Gish, que tenía un nuevo contrato con MGM, eligió Gilbert para co-star con ella en Vida bohemia (1926). Con la muerte de Valentino, su único rival, John estaba en la cima del mundo. Luego vino a Greta Garbo, quien protagonizó con él Ana Karenina (1927), El demonio y la carne (1926) y La mujer ligera (1928). La pantalla química entre estas dos fue increíble y conducido a un tórrido romance fuera de la pantalla. El Departamento de publicidad del estudio trabajó horas extras para dar a conocer el romance entre los dos, pero cuando llegó el momento de casarse, John fue dejado en el altar. Después de sus actuaciones fueron desprovisto de la chispa que una vez tuvo y comenzó a beber mucho. Sumado a eso, toda la industria se estaba moviendo hacia el sonido, y aunque su voz no era tan mala como algunos creían, no coincide con la imagen que interpretó en la pantalla. Incluso sus personajes habían cambiado, en películas tales como Rédemption (1930) y la forma de un marinero (1930). Ya no era la persona que ha pasado cosas malas, pero ahora fue la causa de las cosas malas que suceden. MGM hizo poco para ayudar a John a ajustar el nuevo sonido medio, como jefe de estudio Mayer y Gilbert tuvieron un enfrentamiento feroz y desagradable sobre Garbo. John estaba todavía bajo contrato con MGM por un salario muy grande, pero el dinero le significó. Su contrato se agotó en 1933 después de que apareció en Perdone, señorita (1933) como una remachadora.

Garbo trató de restablecer una parte de su imagen cuando ella insistió en que jugó frente a ella en La reina Cristina de Suecia (1933), pero por entonces ya era demasiado tarde. Apareció en solamente una película más y murió de un infarto en enero de 1936.