Peter Vaughan

Un verdadero actor en el mejor sentido de la palabra, marco fuerte de offbeat británico SP Peter Vaughan podría parecer intimidante o malvavisco benévolo; sus ojos saltones, huecos amenazantes o adoloridas; su mera presencia amenazante o paternalista. Adepto a los dos bandos de la ley, sus personajes generalmente poseían un rostro extraño, un poco cauteloso que parecía mantener su audiencia ligeramente fuera de balance. Una especie fea con la cara hinchada, sobresale la barbilla, astilla los labios y nariz pronunciada, este veterano ha sido una presencia incondicional durante casi cincuenta años. Nacido Peter Olm en 1923, comenzó en el escenario y no entrar películas hasta 1959, pues en sus treinta años.

Casó en 1952 con la ascendente actriz Billie Whitelaw, Peter fue principalmente en el fondo en primer lugar, ofreciendo una segunda galería de matones, policías cara seria y agentes extranjeros en el cine. Un tipo fácilmente indiferente, él jugó a policías no facturados en sus dos primeras películas, entonces gravitó poco a poco la lista de créditos. Actuó como jefe de la policía en el drama espía El agente del diablo (1962), que también contó con su esposa y luego ganó un poco más atención en una zona privilegiada como un investigador de seguros poco convencional en el programador cortina de humo (1964), un papel lo propulsó a los rangos más altos. Papeles notablemente sombrías vinieron con jugando manitas sórdido de Tallulah Bankhead que cumple con un final fatal en el horror gótico Te espera la muerte, querida (1965) [aka morir! Muere! Mi querida!]; sus papeles de villanos en el thriller espía Atrapado (1967) frente a Frank Sinatra y De espaldas a Scotland Yard (1967); un matón alemán de Du sable et des diamants (1968); y el sargento Walker en El cañón Bofors (1968).

Divorciado del Whitelaw en 1966, se casó más tarde con actriz Lillias Walker, quien tenía papeles en un par de sus cuadros: de Malaquías Cove (1973) y Reflexiones íntimas (1974). TV se convirtió en una gran fuente de ingresos para Vaughan en la década de 1970, particularmente en su papel de Grouty en las gachas de avena (1974) en la pantalla grande y pequeña y su comportamiento estrafalario montado como un guante para bizarro director Terry Gilliam, quien lo contrató como el ogro de Los héroes del tiempo (1981) y luego como Sr. Helpman en Brasil (1985). Durante las últimas décadas ha mantenido un equilibrio sano entre película (incluyendo papel destacado en el Amanecer Zulú (1979), Lo queda del día (1993) y Llámame Peter (2004)) y mini TV-movies, tanto contemporáneos como períodos. Todavía está actuando más allá de los 90 años.