Ronald Colman

Galán británico de principalmente películas americanas, una de las grandes estrellas de la época dorada. Criado en Ealing, el hijo de un exitoso comerciante de seda, asistió internado en Sussex, donde descubrió primero teatro aficionado. Tenía la intención de asistir a Cambridge y convertirse en ingeniero, pero la muerte de su padre le costó el apoyo financiero necesario. Unió el torneo escocés de Londres y en el estallido de la I Guerra Mundial fue enviado a Francia. Se envenenó gravemente herido en la batalla de Messines----fue enviado fuera de servicio apenas dos meses después de embarcar para Francia. Sobre su recuperación intentó entrar en el servicio consular, pero un encuentro casual le di un pequeño papel en una obra de teatro de Londres. Cayeron otros planes y se concentró en el teatro y fue recompensado con una sucesión de piezas cada vez más prominentes. Hizo dinero extra que aparece en algunas películas menores y en 1920 partieron hacia Nueva York con la esperanza de encontrar mayor fortuna que en Inglaterra guerra deprimidos. Después de dos años de empobrecimiento estuvo casting en Broadway un golpe, 'La Tendresse'. Director Henry King lo vi en el programa y lo contrató como protagonista de Lillian Gish de La hermana blanca (1923). Su éxito en la película conducida a un contrato con Samuel Goldwyn y su carrera como un galán de Hollywood estaba en marcha. Se convirtió en una estrella del cine mudo, en romances, así como películas de la aventura enormemente popular. La llegada del sonido hizo su extraordinariamente hermosa voz aún más importante para la industria del cine. Interpretó personajes sofisticados, pensativos de integridad con gran aplomo y swashbuckled sabiamente cuando llamó para hacerlo en películas como El prisionero de Zenda (1937). Una década más tarde recibió un Oscar por su espléndida interpretación de un actor atormentado en Doble vida (1947). Gran parte de su carrera más tarde se dedicó a 'The Halls de Ivy', un programa de radio que posteriormente fue trasladado a la televisión, las salas de Ivy (1954). Él continuó trabajando hasta casi el final de su vida, que llegó en 1958 después de una enfermedad pulmonar breve. Él fue sobrevivido por su segunda esposa, la actriz Benita Hume y su hija Juliet Benita Colman.