Stewart Granger

Stewart Granger nació a James Stewart Leblanche en Londres, el nieto del actor 'Luigi Lablache'. Asistió a la Universidad de Epsom aunque dejaron después de decidir no procurar un grado médico. Él decidía intentar actuar y asistió a Webber-Douglas escuela de arte dramático, Londres. En 1935, hizo su debut etapa en 'El Cardenal' en el pequeño teatro del casco. Fue con la compañía de ballet de Birmingham entre 1936 y 1937 y en 1938, debutó en el West End, Londres en 'El sol nunca pone'. Se incorporó a la empresa Old Vic en 1939 que aparecen en "Tony dibuja un caballo" en el criterio y 'Una casa en la Plaza' en el St Martins He había estado aumentando gradualmente a través de las filas de los mejores papeles de etapa cuando comenzó la II guerra mundial, y unió al ejército británico en 1940. Sin embargo, él fue finalmente desactivado (1942) que trajo su liberación del servicio militar. Con una escasez de galanes de cine británico rápidamente llegó su primera oportunidad de película el hombre de gris (1943) para los cuadros de Gainsborough. Esta fue la primera entrega de la exitosa serie de películas de romance. No confundir con el actor estadounidense James Stewart, James Leblanche Stewart se convirtió en Stewart Granger (aunque era 'Jimmy' a sus amigos fuera de la pantalla). Pero el trabajo de la película era insatisfactorio. Siempre estuvo casting como el tipo de héroe Gallardo, mientras que sus compañero prometedor actor James Mason obtuvo siempre la parte más substancial de Gainsborough. Cuando Mason consiguió el visto bueno de Hollywood, Granger heredó las mejores piezas y, en alguna compañía estrella en un caso, el sofisticado César y Cleopatra (1945) con Claude Rains y Vivien Leigh y un jugador muy joven poco ya se note, Jean Simmons. Labriegos papeles protagónicos a finales de la década fueron sustanciales, pero Simmons fue involuntariamente avanzando en la historia del cine británico con pequeñas pero memorables papeles por David Lean, Michael Powell y, de una manera grande, Laurence Olivier, como 'Ofelia' en su caserío histórico (1948) por la cual recibió una nominación al Oscar. Granger y ella se unieron como co protagoniza la comedia Adam y Evalyn (1949). Esta vez, la química fuera de cámara también estaba allí, y se comprometieron. Casi al mismo tiempo, esperanza de Granger de Hollywood interesante realizó para él y su futura esposa. Él casó y firmó con MGM en 1950. Una vez en Hollywood, le estaba poniendo estrellas plomos facturación en papeles románticos que amaba a las audiencias, pero encontró aún insatisfactorio. También encontró heredero aparente de Errol Flynn como un pingüino aventurero en dos películas populares: el remake del prisionero de Zenda (1952) y Scaramouche (1952). Él y Simmons se emparejaron en Young Bess (1953), donde Granger tenía la pista romántica, pero Simmons fue el foco de la película. A través de los años 50, las películas de cada uno pueden tener valores de producción bastante igual, pero como las fortunas de Hollywood, Simmons fue la estrella más memorable en las películas que eran más popular-some muy grandes éxitos, el más adelante Elmer Gantry (1960) y Espartaco (1960). Ese tipo de competencia no declarada por una pareja de Hollywood fue veneno para el matrimonio. En 1960, se divorciaron. Granger hizo un montón de trabajo en Alemania, junto con algunos en Italia y España en los años 60. Curiosamente, en el mismo período Simmons era encontrar la misma falta de papeles desafiantes en los Estados Unidos. En los 70s y 80s, Granger fue relegado a la subsistencia de la pequeña pantalla con papeles de TV regulares junto con unas cuantas películas y una temporada en el escenario de Nueva York. Y, irónicamente, Simmons fue en el mismo barco durante ese período. Encasillamiento de Granger no era nada nuevo, pero sin duda su crítica mordaz a menudo de Hollywood y sus habitantes que salieron en su autobiografía 'Chispas volar arriba' era comprensible y sonó verdadero con tantas otras historias con estrellato ilusorio. Aunque era sincero en su disgusto con toda su carrera - y hay que reconocer que él no tuvo la profundidad para la gama de roles asignados a los actores más grandes llamados - sin embargo siempre giró en sólidas actuaciones en los roles que se convirtió en su legado.