Beatrice Cenci (6 de febrero de 1577-11 de septiembre de 1599) fue una noble italiana. Ella es famosa como el protagonista de un juicio en Roma por asesinatos espeluznante.
Beatrice era la hija de Francesco Cenci, un aristócrata que, debido a su temperamento violento y comportamientos inmorales, había encontrado él mismo en problemas con la justicia papal más de una vez. Vivieron en Roma en el rione Regola, en el Palazzo Cenci, construida sobre las ruinas de un palacio fortificado medieval en el borde del ghetto judío de Roma. Junto a ellos vivieron también hermano de Beatriz Giacomo, Francesco segunda esposa, Lucrezia Petroni y Bernardo, el niño nacido del segundo matrimonio de Francesco. Entre sus otras posesiones había un castillo, La Rocca de Petrella Salto, un pequeño pueblo cerca de Rieti, al norte de Roma.
Según la leyenda, Francesco Cenci abusó de su esposa y sus hijos y había llegado al punto de cometer incesto con Beatrice. Él había sido encarcelado por otros delitos, pero gracias a la indulgencia con que trataron a los nobles, había sido liberado pronto. Beatrice había intentado informar a las autoridades sobre los frecuentes maltratos, pero no pasara nada, aunque todo el mundo en Roma sabía qué clase de persona era su padre. Cuando se enteró que su hija había reportado en su contra, envió a Beatrice y Lucrecia de Roma, a vivir en el castillo de la familia país. Los cuatro Cenci decidieron tenían otra alternativa que intentar deshacerse de Francesco y todos juntos organizó un complot. En 1598, durante una de las estancias de Francesco en el castillo, dos vasallos (uno de los cuales se había convertido en amante secreto de Beatrice) ayudó a que el hombre de la droga, pero esto no pudo matar a Francesco. Siguiendo este Beatrice, sus hermanos y su madrastra había muerto a Francesco a golpes con un martillo y arrojaron el cuerpo de un balcón para que parezca un accidente. Sin embargo, nadie cree la muerte para ser accidental.
De alguna manera su ausencia fue notoria, y la policía papal intentó averiguar qué había pasado. Amante de Beatrice fue torturado y murió sin revelar la verdad. Mientras tanto un amigo de la familia, que era consciente del asesinato, ordenó el asesinato del segundo vasallo, para evitar cualquier riesgo. El complot fue descubierto de todos modos y arrestaron a los cuatro miembros de la familia Cenci, encontrado culpable y sentenciado a muerte. La gente común de Roma, conocer los motivos del asesinato, protestaron contra la decisión del tribunal, obteniendo un breve aplazamiento de la ejecución. Sin embargo, el Papa Clemente VIII, temiendo una oleada de asesinatos familiares (la condesa de Santa Croce recientemente había sido asesinado por su hijo para ganar dinero), no tuvo piedad en absoluto. El 11 de septiembre de 1599, al amanecer, fueron llevados al puente de Sant'Angelo, donde generalmente se construyó el andamio.
En el carro al cadalso, Giacomo fue sometido a tortura continua. Al llegar al cadalso a la cabeza fue destrozado con un mazo. Su cadáver fue luego cuarteado. El espectáculo público continuó con las ejecuciones de Lucrezia primero y finalmente Beatriz; Ambos tomaron sus turnos en el bloque, para ser decapitado con una espada. Sólo los 12 años de edad, Bernardino, se salvó, pero también fue conducido al cadalso y obligado a presenciar la ejecución de sus familiares, antes de ir a prisión y tener sus propiedades confiscan (para ser entregadas a la familia del Papa). Había decretado que Bernardino entonces debe convertirse en un Galeote durante el resto de su vida; Sin embargo, fue liberado un año más tarde.
Beatrice fue enterrada en la iglesia de San Pietro in Montorio. Para la población de Roma se convirtió en un símbolo de resistencia contra la aristocracia arrogante y surgió una leyenda: cada año en la noche antes de su muerte, volvió al puente lleva su cabeza cortada.
