Gary Mitchell era un prometedor oficial flota de estrellas cuya carrera fue interrumpida cuando inesperadamente vivió a su máximo potencial. Mitchell era un amigo de la Academia de Kirk, derivados a la vez que entonces teniente Kirk se desempeñaba como instructor y Mitchell era un cadete de primer año. Ese mismo año, Mitchell dirigido a una 'pequeña rubia lab technician' a Kirk como un medio para distraer a su instructor rígido y a quien Kirk, a su vez, casi casado.
Más adelante en sus carreras, se encontraron con criaturas sensibles roedores en Dimorus que lanzó dardos envenenados. Mitchell llevó uno de los dardos para Kirk y casi muerto. Mitchell y Kirk también pasar una vacaciones salvajes juntos en Deneb IV. Mientras en Deneb IV, Mitchell mostró notable habilidad en la detección de la comunicación telepática utilizada por los habitantes del planeta. En al menos tres casos, Mitchell llevado conversaciones larga telepática con selectos Deneb IV nativos y anotó un 80% o más en la comprensión.
En 2265, era un teniente comandante asignado como el timonel a bordo del USS Enterprise, a petición del capitán Kirk. Ese mismo año, la empresa descubrió la grabadora de vuelo del valeroso SS, una nave que desapareció hace casi 200 años. Examinarlo y explorando la última posición conocida de los valientes, la empresa penetró la barrera Galáctica, un evento que resultó desastrosa para Mitchell, y casi el resto de la tripulación.
Mitchell brevemente fue sorprendido por el contacto directo con las extrañas energías de la barrera, pero se recuperó rápidamente. Mientras continuaba su recuperación, sin embargo, empezó a mostrar una variedad creciente de capacidad psiónica. Estas habilidades, o tal vez la energía misma, comenzó a alterar fundamentalmente la personalidad de Mitchell: llegó a ser progresivamente más emocionalmente distante, cruel, despiadado y convencido de su propia magnificencia. Peor aún, con el paso del tiempo sus habilidades continuaron creciendo más fuerte a un ritmo geométrico. Estuvieron acompañados por dos manifestaciones físicas: una curiosa luz plata o brillo que aparecieron en los ojos de Mitchell, y posteriormente acelerado envejecimiento de su cabello, comenzando en los templos y las patillas.
Dañado por la barrera Galáctica, la empresa cojeaba a Delta Vega. Cuando llegaron a ese planeta, Kirk estaba convencido de que Mitchell era peligroso e intentó lo marrón allí. Pero antes de que las reparaciones eran completas, Mitchell había crecido demasiado fuerte para ser confinado. Mató a Lee Kelso y dejó a Kirk y Spock aturdidos y huyeron a las colinas que rodean el litio agrietarse estación, tomando otro miembro de la tripulación, el Dr. Elizabeth Dehner, con él.
Recuperando, Kirk tomó un rifle phaser y establecidos en la búsqueda. Dejó órdenes de Spock: Kirk si no había contactado a la nave en doce horas, Spock fue a salir con la empresa y recomendar Delta Vega será sometido a una concentración letal de la radiación de neutrón.
Mitchell, mientras tanto, estaba usando su poder para establecer un ambiente agradable para él, materializando los árboles y otros objetos. Detección de enfoque de Kirk, envió el Dr. Dehner encontrarme con Kirk, donde Kirk descubrió que Dehner había sufrido la misma transformación. Tardó un poco más para ella, tal vez porque no tenía tan alta una calificación esper como Mitchell. Kirk intentó apelar a su humanidad restante, y cuando esto parecía estar funcionando, apareció un decepcionado Mitchell. Mitchell, al menos en su mente, había ya trascendió la mera humanidad.
El Dr. Dehner tenía suficiente humanidad para ser consternada por las acciones de Mitchell, y usó sus nuevos poderes para atacarlo. A costa de su propia vida, debilitó a Mitchell lo suficiente para Kirk a dominarlo. Kirk llamado a Mitchell en un agujero que Mitchell había preparado (irónicamente) como tumba de Kirk. Usando a un phaser, Kirk derrumbó la ladera encima de Mitchell, enterrar debajo de toneladas de roca y acabar para siempre con su amenaza.
En su bitácora, Kirk registró Mitchell y Dehner murieron en el cumplimiento del deber, teniendo en cuenta que ninguno de ellos le preguntó por qué les pasó
