Martin Ludwig Bormann (17 de junio de 1900 - 02 de mayo de 1945) era un prominente funcionario Nazi. Se convirtió en jefe de la Cancillería del partido (Parteikanzlei) y secretario privado de Adolf Hitler. Ganó la confianza de Hitler y derivados inmenso poder dentro del Tercer Reich por controlar el acceso al Führer.
Bormann nació en Halberstadt, en Alemania central, el hijo de un sargento de caballería que se convirtió en un funcionario público. Asistió a gimnasio para un año, pero se fue para empezar a trabajar en una finca en Mecklenburg. Él sirvió en la I Guerra Mundial en un regimiento de artillería, retornando luego a labores agrícolas después, mientras que también actúa con la unidad paramilitar Freikorps Rossbach-Mecklenburg. Bormann fue implicado, junto con el futuro comandante de Auschwitz Rudolf Hoess, en el asesinato político de Walter Kadow, quien había sido su maestro en la escuela primaria. Trabajó un año para este crimen en una cárcel de Leipzig, debido a un juez comprensivo. Ingresó en el NSDAP (partido Nazi o nacional socialista) después de su liberación.
En 1929, Bormann se casó con Gerda Buch, con Hitler un testigo en la boda. El primero de sus diez hijos debía llamarse a Adolf. Después de que los Nazis tomaron el poder en 1933, Bormann se convirtió en el jefe de gabinete el diputado Fuehrer, Rudolf Hess y poco después un diputado en el Reichstag. En 1937, Bormann era un oficial de prensa regional por el partido en Thuringia y poco después se convirtió en Thuringian Gauleiter (o distrito). Como Secretario de Hitler, tomó control de los gastos de Fuehrers y y asuntos financieros y pronto adquirió control suficiente sobre Hitlers planificación que tienen el poder de decidir quién vio el Fuehrer y quién no. Era un manipulador político reconocido y además de luchas internas del partido, dedicó sus esfuerzos a hacer ataques sobre el cristianismo.
Bormanns poder aumentó sólo como la guerra salió mal para Alemania. Hitler aprendió a desconfiar de sus generales, sus ministros, incluso sus antiguos camaradas del partido, pero siempre Bormann permaneció leal. Si hubiera habido una verdadera sucesión del poder después de la muerte de Hitler, hay una buena probabilidad que Bormann habría tomado el control, habiendo sido nombrado Ministro del partido a las gabinete sólo unas horas antes del suicidio de Hitler. Después de que el cuerpo fue quemado, sin embargo, Bormann desapareció desde el búnker y de la historia. Fue condenado a muerte en rebeldía en Nuremberg, pero nunca fue encontrado.
La evidencia reciente ha establecido más allá de la razonable duda que Bormann fue asesinado por la artillería rusa dispara sólo unos cientos de metros del Fuehrerbunker, sin embargo se ha desempeñado como una Némesis en muchas películas nazis más recalcitrantes, basado en la premisa posible de su sobrevivir a la guerra y reaparecer en otra parte del mundo (generalmente Latinoamérica). Su carácter rústico, manipuladora y corrupta se presta bien a demonizada semblanzas de Nazis como genérico de la historieta mal-, y la incertidumbre que rodea su muerte se suma a la mística.
