Simon Gruber

Simon Gruber

Simon Peter Gruber era un coronel de las fuerzas especiales alemanes orientales se volvió terrorista y el hermano de Hans Gruber (villano en la primera película duro de matar). Es una rubia alemana (interpretado por Jeremy Irons) cuyo objetivo principal, al parecer, es para causar caos en Nueva York y matar a John McClane (Bruce Willis) como venganza por haber matado a Hans. Usa diversos enigmas a lo largo de la película y juega el juego "Simon dice que' con McClane para mantenerlo ocupado buscando una bomba que sembró en una escuela. Se revela al final de la película que su objetivo principal era de hecho robar $ 140 billones de dólares en lingotes de oro de la Reserva Federal, prefiero entonces matar McClane como en primer lugar no estaba cerca de su hermano. La bomba utilizada para distraer a McClane se revela como falso y Simon se las arregla para lograr su objetivo de robar el oro y escapa a los Estados Unidos. En Canadá, Simon y sus secuaces celebran el exitoso golpe, pero son interrumpidos por la policía y McClane. Simon y su novia lograron escapar a un helicóptero y tienen como objetivo una ametralladora M60 en McClaine con la esperanza de finalmente matarlo. Sin embargo, McClane dispara una caja de fusibles en una línea eléctrica cercana, enviando un alambre vivo hacia las cuchillas giratorias del helicóptero que electrocuta Simon y Katya haciéndolos chocar el helocopter contra un pilón que los envuelve en llamas.

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Jungla de cristal. La venganza

Jungla de cristal. La venganza

John McClane es ahora casi un alcohólico y está suspendido de la policía de Nueva York. Pero cuando una bomba explota en los almacenes Bonwit Teller la policía loca intentando averiguar qué está pasando. Pronto, un hombre llamado a Simón llamadas y pide McClane. Simon dice a Inspector Walter Cobb que McClane va a jugar un juego llamado 'Simon Says'. Dice que McClane va a hacer las tareas que le asigna. Si no, podrá volar otra bomba. Con la ayuda de un electricista de Harlem, John McClane debe correr en Nueva York tratando de descifrar los enigmas frustrantes que el astuto terrorista le da. Pero cuando una bomba explota en una estación de metro justo por la Reserva Federal (el almacenamiento de oro más grande del mundo) las cosas se calientan para arriba.