Walter Eberhardt es Quizá uno de los hombres más ordinarios, banales, normales, humanos que el mundo ha producido. También comete uno de los más malvados actos imaginables, que es una profunda declaración acerca de la normalidad y "la banalidad del mal" (para usar el término de Arendt). Está casado y tiene dos hijos, un niño y una niña. Él tiene un buen trabajo en una firma de abogados, apoya causas un poco liberales, siempre que no requieren mucho pensamiento, pero generalmente vota republicano. Su esposa solía ser aficionado a un fotógrafo, primer movimiento de profesional cuando se casaron y eventualmente a rendir en conjunto.
Walter Eberhardt realizaron el mal comenzó con una bastante simple, tal vez, de inocente. Empacó a su familia y se trasladó a los suburbios, específicamente Stepford, Connecticut. Este paso fue importante, porque realmente no consultó a su esposa en la jugada, sino que más bien presentado como un hecho consumado después de que había encontrado la casa que quería. Ella sabía que este movimiento incrementaría la dificultad para ella en volver a la vida profesional - que sólo aumentaría las presiones sobre ella para ser un ama de casa a tiempo completo en este entorno, y que las oportunidades para ella sería raras. Pero Joanna amaba a su marido, así que no se resistió.
Después de su llegada en Stepford, Walter se unieron a club de los hombres, que lo llevó su terrible secreto. Las mujeres de Stepford eran amas de casa 'perfectos' - amabilidadde ayudarla crecer, leal, muy ordenado e inusualmente sexualmente compatibles (y buen mozo). Esto no fue un error. Los hombres del club de los hombres habían perfeccionado robots, basados en la tecnología de la Corporación Disney utiliza en sus parques temáticos, para reemplazar a sus esposas. Estas mujeres fueron asesinadas por sus simulacros y desechar en secreto. Una vez que Walter sabía esto, por supuesto, no podían no implicarlo.
Si Walter había resistido este esquema terrible, pero fue remarcarte por la conspiración, podríamos encontrar una redención posible en él. Pero la verdad es que en realidad prefería reemplazar el complejo humano una vez había amado (y que le había dado dos hijos) con este esclavo estéril, casi inofensivo. Él no hizo nada para advertir a su esposa y en realidad ridiculizado y menospreciado sus crecientes sospechas, obligándola a ir a un psiquiatra cuando ella exigió dejar Stepford. En la noche de su reemplazo, se asistió en la caza y escondió a sus hijos de ella para que ella no podía llevarlos y ejecutar.
La implicación más horrible en su acto debe se hicieron claras con él esa noche, cuando le preguntó cuál sería el futuro de su propia hija Joanna. En nombre de sus propios intereses egoístas, Walter había negado el amor entre hombres y mujeres y decidió la 'guerra de los sexos' a favor de genocidio.
